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En la realidad las personas creen que si se
satisface un deseo, se aumenta el bienestar y por lo tanto llegan ala conclusión de que los
deseos son necesidades. Pero no es así. las necesidades son las bases de
nuestro bienestar, con ellas el ser humano sobrevive, se mantiene con vida , y
al realizar este proceso de tener salud, vida, alimento, protección y entre
muchas cosas mas, se crean o nacen los deseos, ya que por satisfacer una
necesidad se anhela tener algo mas que una necesidad, por ejemplo: la necesidad
de protección, que puede ser una casa,
pero las personas anhelan tener mas que
una casa, tener cosas materiales y así poder disfrutar de aquellas cosas, se
cree que con mas y mas deseos hay mejor calidad de vida.
Para satisfacer aquellos deseos se necesita
utilizar los recursos que poseemos. Esto hace que las personas gasten más de lo
necesario, creyendo que la satisfacción
de aquellos deseos, nos hacen más felices. Pero esta felicidad se basa muchas
veces en cosas materiales, que no tienen mucha importancia.
En el
mundo hay distintas maneras o muchas formas de satisfacer nuestros deseos, y
gran parte de los deseos son creados por nosotros mismos, es que nosotros no
podemos desear algo que no exista, que no sea posible. Entonces nosotros mismos
somos los que creamos esos deseos innecesarios.
Hola, buenas noches.
ResponderBorrarEl problema de tu planteamiento radica en el tope, el límite que marca la división entre un hombre que satisface necesidades y uno que satisface necesidades y deseos. ¿Cual es un hombre que satisface solamente sus necesidades?, ¿el recolector de reciclaje que se alimenta para vivir, tiene una familia que le brinda afecto y una casa de tablones que le brinda protección?, o el hombre que se retira a una selva y pasa los siguientes cinco o diez años practicando la meditación, supliendo sus necesidades de afecto con los seres vivos que lo rodean, de alimentación con la escasa agua y la comida que decida consumir, y de protección con la maleza que lo cubre?, o aún mas, el sacerdote cristiano, católico o musulmán, que practica la caridad para con el prójimo, reservándose unas pocas monedas para suplir las necesidades ya mencionadas?. Otra pregunta que podía plantearte sería, ¿Acaso no hay mayor bienestar con la consecución de mejores bienes y servicios, acaso te es indiferente vivir en una pensión, en una casa propia o en un apartamento?, no hablo del precio del bien, hablo de las preferencias personales que hacen que un bien o servicio tenga mayor valor para ti, y por lo tanto te suministre un cierto grado de bienestar. Te escribo un ejemplo, para mí, no es lo mismo leer en la pantalla del computador que poder tener un libro en formato físico, como te dije, no es el precio del bien, pues aún cuando me fuera indiferente a un nivel adquisitivo, comprar un libro para leer en la pantalla del computador, por un precio de doscientos mil pesos, y un libro físico , a un precio de cinco mil pesos, seguiría prefiriendo el libro físico, por el bienestar que me puede brindar de acuerdo a mis preferencias. Te dejo una pregunta ¿Donde radica el limite practico entre la satisfacción de necesidades y la creación de deseos innecesarios?.
Felicitaciones por el texto.
Cordialmente. Jorge Rivadeneira.
Buenas noches.
ResponderBorrarTengo una duda, al decir- " nosotros mismos somos los que creamos esos deseos innecesarios." , ¿haces referencia a la raza humana en general o a cada individuo?, ya que la sociedad en la cual nos desenvolvemos se hace cargo de exponer bienes o servicios que sean de nuestro agrado (a través de la publicidad), estas cosas se convierten en deseos los cuales son convertidos en necesidades (artificiales). Por otro lado, considero que la realización de estas "necesidades" si le brindan cierto grado de satisfacción al ser humano, por efímero que sea. Sin embargo nunca habrá una satisfacción plena, ya que los deseos a comparación de las necesidades, son infinitos y coyunturales.