El Covid-19 como promotor de una cuarta ola

Natalia Velasco Cometa

Aunque fácilmente no lo notemos, el mundo siempre se ha encontrado en un constante cambio. Solo al hacer un análisis retrospectivo del tiempo, nos damos cuenta cómo se ha transformado la manera en que vivimos y nos relacionamos con los demás, dando paso a la creación de nuevas tecnologías, ideas e innovaciones que tiene como propósito mejorar y facilitar nuestro estilo de vida. Alvin Toffler, intenta explicar dichos cambios con una significativa metáfora: “el oleaje de la historia” (Alvin Toffler, 1980), donde plantea los tres momentos de transformación más significativos por los que se está pasando. A continuación, veremos si el nuevo coronavirus es capaz de cambiar drásticamente nuestras vidas, a tal punto de marcar al 2020 como un año histórico; donde se inicia una nueva civilización, o como diría Toffler, la cuarta ola.

Por lo general, las personas no se preocupan por pensar en el futuro y aunque saben perfectamente que el mundo está cambiando, son indiferentes ante esto, pues consideran que no les afectará en lo absoluto. Sin embargo, un suceso que aconteció inesperadamente; influyó y cambió la vida de todos los seres humanos, sin excepción. La llegada de un ser invisible ante el ojo humano vino para transformar aspectos de nuestra vida que eran considerados normales, pues la manera de saludar hasta cómo estudiar o trabajar, han dado un cambio totalmente radical. La pregunta es: ¿pueden estos acontecimientos crear una nueva civilización?

Para responder a esta inquietud hay que tener en cuenta el planteamiento que hizo Toffler con respecto a los requisitos que debe tener una nueva ola para poder emerger, dentro de estos requisitos están las categorías interpretativas que toda civilización cumple para poder existir: tecnósfera, sociósfera e infósfera. Cada una de ellas tiene características importantes que hacen de cada civilización una completamente diferente y nueva. No obstante, analizaremos si durante esta pandemia han cambiado estas categorías y si es así, estaríamos en la llegada de la cuarta ola. 

Con respecto a la tecnósfera,  la llegada del virus no ha aportado novedades, pero sí modificó significativamente  las actividades para producir y asignar riqueza, como por ejemplo: el paro de la producción. En este contexto, se vieron afectadas variedad de empresas, según el periodico El Tiempo, el 33 por ciento de estas empresas son del sector comercio, el 25 por ciento del sector servicios, el 17,6 por ciento del sector manufactura, el 10,3 por ciento del sector construcción, el 8,8 del sector agricultura y el 4,4 pertenece a parques naturales (El Tiempo, 2020). De esta manera, el Covid-19 hunde a la economía mundial; que según las previsiones del Banco Mundial se reducirá a un 5,2%, convirtiéndose  en la peor recesión desde la segunda guerra mundial, y la primera vez desde 1870 en que tantas economías en conjunto presentaran una notable disminución. 

Otro aspecto que hay que resaltar en cuanto a la tecnósfera es que la manera de distribución dio un cambio significativo, pues debido a los protocolos de bioseguridad que se implementaron para mitigar controlar y realizar un adecuado manejo de la pandemia, muchas empresas se vieron en la obligación de cambiar sus lineamientos. En consecuencia a esto, se perdieron bastantes puestos de trabajo y las empresas además de la crisis por la que están pasando, tuvieron que invertir para dichos protocolos, debido a esto muchos negocios cerraron definitivamente. Todo esto es algo totalmente nuevo por la que ninguna civilización había pasado. 

Por otro lado está la sociósfera, y algo que hay que destacar es la manera como ha cambiado la educación y el trabajo, pues ahora somos dependientes de muchas plataformas digitales que se han convertido en la única forma para poder trabajar y educarse, y aunque esto no es ninguna novedad, pues siempre han existido estos medios tecnológicos para realizar diversas actividades,  hoy en día son la única opción. Con respecto a la familia, nunca habíamos pasado tanto tiempo juntos, pues debido al confinamiento que se implementó mundialmente, estuvimos en casa compartiendo con nuestros seres queridos más de lo habitual; lo cual es algo inesperadamente nuevo. 

Por último está la infósfera, que a mi modo de ver es la categoría más afectada, debido a que tanto la comunicación como la economía son unos de los aspectos que más se han visto afectados y transformados, pues como se planteó anteriormente, la economía a nivel mundial sufrió una gran recesión; lo que nos lleva a preguntarnos si saldremos fácilmente de esta crisis o si por el contrario nos espera una nueva normalidad. Por otro lado, esta “nueva civilización” se tendrá que despedir por un buen tiempo de la comunicación tradicional, la cual nos llevaba a tener esos vínculos interpersonales, para dar paso a la modalidad virtual, que aunque se utilizaba mucho anteriormente, no tenía tanto impacto ni era tan utilizada por todas las personas como lo es hoy en día debido a las circunstancias. 

En conclusión, aunque la vida de las personas y su entorno ha dado un cambio social y económico tan radical por el Covid-19, se arguye que tales transformaciones son pasajeras y no dan cuenta para denominarlas como una nueva civilización, ya que la llegada de una cuarta ola debe dar paso a una nueva sociedad, combatiendo toda característica del pasado. Sin embargo, nuestras vidas han sido afectadas en todos los aspectos y este momento quedará marcado en la historia como una ola que quiso emerger pero no tuvo la suficiente fuerza.

Referencias

Toffler, Alvin. (1980). La tercera ola. William Morrow.

El Tiempo. (19 de mayo 2020). Ante crisis, cuatro empresas ya usaron proceso exprés de insolvencia. El Tiempo. https://www.eltiempo.com/economia/empresas/cuantas-empresas-han-solicitado-liquidacion-durante-la-pandemia-497114