La tercera ola. Su afamado autor divide a la sociedad en
tres etapas: agrícola (entre más tierras más poder), industrial (entre más
maquinas e industrias más poder) y nueva civilización (entre más conocimiento y
“fuerza” mental, más poder).
Sabemos
de la existencia de las “olas” planteadas por Alvin Toffler. La primera,
existente desde hace unos 8.000 años caracterizada por tener dentro de su
desarrollo la aparición de la agricultura, la segunda desde 1650 hasta 1750
aproximadamente, determinada por la revolución industrial y la tercera ola en
1955 conocida por la personalización de los productos, cambios en la estructura
de trabajo y poderío del conocimiento.
Cada
una de las anteriores necesita energía (energósfera) para su funcionamiento y de
una serie de “ósferas” que las singularizan; tales como: la tecnosfera (aquella que define las
condiciones de producción, produce y asigna la riqueza), la inósfera (asigna la información
necesaria para el funcionamiento del sistema) y la sociosfera (que asigna
los roles en el sistema). Pero veamos cual ha sido el cambio que han tenido
éstas a través del tiempo.
8.000
años atrás, comunidades primitivas adornaban los parajes del planeta tierra, vivían
de la caza y la pesca hasta que después de años y años de una actividad nómada
se establecieron y con ellos la agricultura, lo que les ayudo a mejorar sus
condiciones de alimentación y de igual forma, vivienda. Las herramientas usadas
eran de tipo manual (hachas, masa de mano, arco, flecha, catapultas, etc.) y los
inventos de la época iban dirigidos a amplificar la fuerza humana y reducir un
poco el trabajo, como es de suponer la tecnosfera
no era tan avanzada y la energía con la que el sistema en sí funcionaba, era la
fuerza animal y la motriz. En la sociosfera,
los lazos de parentesco, amistad y lealtad eran suficientes para satisfacer las
necesidades de la convivencia entre las personas, las familias eran grandes
agrupaciones generacionales (abuelos, nietos, hijos, sobrinos) donde todos eran
útiles y cada uno ejercía una labor dentro de la parcela o “negocio” familiar,
no existe edad para trabajar o dejar de trabajar como sí lo veremos a
continuación en la segunda ola y, la economía natural era el sustento de la
mayoría. Para comunicarse o transmitir información el método “voz a voz” o de
“uno a uno” era muy usado –creo que era el único- y la tradición oral era el
método para mantener vivos, mitos, leyendas, costumbres, información, temas y
más, era la única manera de preservarlos. Esta inosfera es bastante particular –me recuerda a películas que
retratan épocas de castillos y romances prohibidos-.
Con
la llegada de la revolución industrial,
podemos apreciar unas condiciones especiales que la segunda ola trae
consigo; uniformización (todo se hace prácticamente igual para disminuir
costos), especialización (para agilizar los procesos productivos y fomentar la
calidad), sincronización (el trabajo es cuidadosamente organizado en el tiempo)
y concentración; todo lo anterior en estrecha relación con el modelo Taylor de
producción y la producción en serie o en cadena–es un modelo con el cual
comparto muchas ideas, ya que hace referencia a la división de las distintas tareas
del proceso de producción, cuyo fin era aumentar la productividad y evitar el
control que el obrero podía tener en los tiempos de producción-, los procesos
de la segunda ola nos convirtió en especialistas y a comparación de la primera
ola, los inventos reemplazaron a la mano de obra en la construcción de muchos
objetos o bienes y la maquinaria llenaba los campos industriales, aunque en la
primera ola encontrábamos una serie de máquinas muy primitivas, estas máquinas
hicieron mucho más porque muchas se creaban para que éstas hicieran otras. Los
ferrocarriles, carreteras, canales y grandes almacenes ayudaron en los procesos
de distribución que la industria –por cierto, hay que aclarar que la industria
fue el núcleo de la economía- necesitaba para su sostenimiento. Todo lo
anterior, en resumidas cuentas hizo parte de la tecnosfera y las consecuencias que vinieron para el mundo. La
impersonalidad se convirtió en un estigma de la sociosfera de la segunda ola, dividir a la persona entre
profesionalismo y ser fue un gran problema, las familias pasaron de tener un
gran número de integrantes a tener unos 4 más o menos, aparecen los colegios
(que por principio forman para la fábrica y nos preparan para entrar a ella)
como necesidad de incentivar disciplina industrial y otro gran abanico de
instituciones con el mismo objetivo. Con el sistema capitalista y el auge de la
economía monetaria la avaricia se vuelve un común denominador en los
integrantes de la comunidad, la obsesión por el dinero y los bienes materiales
es consecuencia del industrialismo, el cual, dio lugar al mercado. La inosfera de la segunda ola está marcada
por la aparición de las redes, el teléfono, el periódico, la televisión y el
internet, todos ellos formando parte de los medios masivos de comunicación que
transmitían una misma información para todas las clases sociales y comunidades,
se crearon las bibliotecas, museos y parques para mantener viva la información,
utilidad o recuerdos de muchos acontecimientos y temas. La energía con la que
se movía esta ola era proveniente de los combustibles fósiles.
Como
habíamos dicho anteriormente, en 1955 inició la tercera ola y en el instante aparecen
las corporaciones; necesitando intelecto humano para desarrollar sus procesos
productivos. La inosfera de la
tercera ola se da con los medios de comunicación, redes y espacios con
información personalizada, dirigida a específicos grupos de la población en
general, atiente necesidades particulares y a la vez comunes. Con la
desmasificación de los medios de comunicación se desmasifican nuestras mentes,
es decir; ya no se maneja todo un conglomerado de información igual dirigida a
toda la población –lo que hacía que todos supiéramos lo mismo y hasta pensáramos
igual frente a algo- sino que ahora encontramos información acorde a nuestros
intereses, para dar un ejemplo más claro podemos tratar a los móviles que
usamos todos los días (laptops, notebooks, tablets o smartphones) para plasmar
la idea, cada uno de éstos tiene un objetivo en común, pero, lo interesante
está en ver la gran variedad de dispositivos que podemos encontrar, y te
preguntarás ¿para qué? Pues simple, para satisfacer necesidades específicas y a
distintas personas con determinados intereses, otra cosa muy importante que
diferencia a esta ola de las demás, es que podemos guardar información de la
“nube” o “drive, compartir imágenes y videos al instante, mantener vivos
recuerdos en las redes para que no mueran en un baúl y consultar en internet
información que se tenía que buscar en decenas de libros en la época anterior.
La tecnosfera de la tercera ola va
dirigida por completo a potenciar y establecer relaciones entre intelecto
humano o la fuerza mental de los individuos y el incremento de la producción en
sus sitios de trabajo, sitios que ya no tienen zona o lugar específicos,
podemos trabajar desde nuestros hogares, centros comerciales o hasta en
aviones. Por otro lado tenemos a la sociosfera,
una comunidad con altos niveles de diversidad, una cultura “sin hijos va
tomando fuerza, no existe un modelo especifico de familia y la soledad que se
presenta en esta sociedad es un problema a resolver. Pero se me estaba pasando
algo por alto, con todo lo bueno y todo lo malo, dentro de la sociosfera de la tercera ola nace la
cultura ambientalista ya que se adopta la idea de que estamos relacionados con
todos los seres y ecosistemas de la naturaleza, es por lo anterior que la
fuente de energía que mueve a toda esta civilización son las energías
renovables (eólica, solar, mareomotriz, undimotriz, geotérmica, entre otras).
Para
ir concluyendo, siendo objetivos y abstrayendo de nuestro mundo las realidades
que se presentan en muchos países, vivimos en un planeta bastante peculiar y es
que no todos los países se encuentran o pertenecen a una ola en particular -
bueno quizá unos pocos, pero muy pocos-, sino que están inmersos en un salpicón
de rezagos de primera, segunda y tercera ola. Los sectores económicos de las
potencias en el mundo pertenecen a esta última, los países en vías de
desarrollo tienen economías fuertes y atrapadas en la ola anterior y muchos
países pobres dependen de la compra de insumos o alimentos de otros países.
Vemos que la fuerza de la primera ola se ha disipado, sin embargo sus
actividades y métodos continúan en determinados sitios, los países de la
segunda ola actúan como ayudantes de los de la tercera ya que estos últimos en
cierto sentido tienen el dinero y les piden la fabricación de sus materias.
Son
muy llamativos los cambios que ha logrado la sociedad en su afán por construir
un mundo con condiciones mejores de vida o quizá, al estar en un mundo
capitalista, ¿las decisiones que se han tomado en diferentes aspectos y que han
moldeado las costumbres o modelos de vida de los demás han sido únicamente para
garantizar la acumulación de capital de unos pocos? Quién sabe, y la pregunta
no es tan fácil de responder.
Adrián Jiménez