DUVAR FUENTES
Desde
Japón se sorprende a los mercados con tasas de interés negativas, desde
Colombia nos sorprendemos con el precio de los alimentos; estas son las dos
caras de la moneda de un mundo con hambre por inflación, un cruel juego de
palabras donde al final los perjudicados somos todos.
En enero del presente año
el Banco Central de Japón (BOJ) decidió bajar su tasa de referencia a -0,1%,
medida que obliga a los bancos comerciales a poner el dinero a circular en la
economía real, no solo con el fin de generar mayor crecimiento sino para elevar
la inflación a la meta del 2%. Inicialmente podríamos pensar que un bajo nivel
de inflación es precisamente lo que persigue un banco central, sin embargo,
niveles muy bajos o negativos (deflación), presentan entre otros, un gran
inconveniente: que las personas demoran sus decisiones de consumo, las
empresas no venden, se realizan despidos y se genera una espiral difícil de
contener.
El anuncio del BOJ
despertó los peores temores de la Banca Central a nivel global, no se demoró
mucho el Banco Central Europeo (BCE) en anunciar nuevas medidas dentro de las
cuales no se descarta la implementación de tasas negativas y ahora la Reserva
Federal de los Estados Unidos encuentra difícil justificar el incremento a su
tasa de intervención realizado en diciembre, sobre todo cuando las acciones del
BOJ, BCE y otros buscan devaluar sus monedas contra el dólar, tal vez la manera
más cruda para arrebatar la poca inflación que pueda ofrecer la pálida
recuperación de la economía estadounidense.
Muchos hablan del colapso
de la economía mundial, yo prefiero pensar que como muchas cosas en la vida
este es un problema que va a requerir de un tiempo apropiado, que en este caso
no hay atajos rápidos y como consecuencia las tasas negativas llegaron para
quedarse.
Desde Colombia el panorama
es diametralmente distinto, finalizamos 2015 con una inflación del 6,77% y es
probable que en los próximos meses llegue al 8%, ¿Qué pasó, y como afecta
nuestros bolsillos?
Con corte a enero de 2016
la inflación total fue de 7,45%, sin embargo, el IPC de ingresos bajos llegó al
8,01%, mejor dicho en Colombia es más caro ser pobre que rico. Lo preocupante
de esta cifra es el desempeño en el precio de los alimentos que en la medida de
12 meses marcan un incremento de 12,26%, noticia nefasta para aquellos que
destinan la mayor parte de su salario a atender sus necesidades básicas.
Es acá donde encontramos
el impacto negativo de la devaluación, sobre el bolsillo de los colombianos.
Entre enero y noviembre de 2015 se importaron $5.577 millones de dólares en
productos agropecuarios y alimenticios de los cuales el 31% correspondió a
cereales. Acorde a declaraciones del Ministro de Agricultura, en Colombia se
importa el 100% del trigo, el 100% del maíz utilizado para concentrados, el 40%
del arroz, el 50% del frijol y el 60% de las lentejas.
Esto es sumamente grave
para un país donde la pobreza en el campo se estima en el 40% y donde la línea
de pobreza para un hogar de 4 personas se marca en $868.172 pesos.
Al igual que con los
complejos problemas de la política monetaria global, los problemas del agro y
la seguridad alimentaria en Colombia requieren de tiempo y cambios
estructurales; no hay atajos para solucionar una situación prácticamente innata
de la economía Colombiana. Por ahora la inversión en infraestructura vial es un
gran avance para reactivar el aparato productivo del país, para no depender de
las importaciones y no sufrir hambre por inflación.
http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo-de-inflacion-en-colombia-frente-a-japon-.
/219508
Buenas tardes.
ResponderBorrarUna cosa es guiarse de un artículo y otra muy distinta es copiarlo al pie de la letra. Creo entonces, que es muy bueno la ponencia que hace el columnista Eduardo Bolaños Galindo, columnista de la revista dinero. Por otro lado no hay producción alguna de tu parte.
¡Animo!, escribir se aprende intentando.
Cordialmente. Jorge Rivadeneira.
No se engañe compañero que usted lo que hace es lo mismo , si no que con palabritas ,¿ entonces que diferencia hay ? Lo invito compañero a demostrarme un solo ensayo donde haya hecho su propia investigacion ... Dúvar fuentes
ResponderBorrarLa diferencia estriba en la producción personal, en que las palabritas que se usen sean escritas por mano propia, estriba en que cuando escribo tengo que pensar mis palabritas antes de plasmar mi opinión, tengo que organizar mis ideas y buscar los mejores argumentos de los que pueda disponer, la diferencia estriba en que aquí, lo que hago, es hablarte, contarte, decirte, mientras que, arriba, lo que haces es ponerme palabritas ajenas, palabritas foráneas, palabritas lejanas.
Borrar¡Y sí!, ya hice mi propia investigación, el ensayo es corto, se llama 'Perorata contraproducente', sustenta que el humano es malo, obtuso. La prueba la puede encontrar, aquí mismo, unos centímetros más arriba de éste comentario.
Cordialmente, Jorge Rivadeneira.
Buenas noches, la inversión que planteas en infrastructura vial, es un gran avance, pero no nos exime de la idea de entrar en una crisis severa, ya que Colombia basa su creimiento económico en exportaciones de sector primario, entre ellos el petroleo y el agotamiento es un proceso que se esta viniendo encima, la falta de soluciones y la falta de propuestas es el auge del hambre. Seria muy bueno con todo respeto, que le implementaras a este texto tan bueno, un poco mas acerca de tu opinión personal, seria interesante saber cual es tu punto critico
ResponderBorrarBuenas noches, la inversión que planteas en infrastructura vial, es un gran avance, pero no nos exime de la idea de entrar en una crisis severa, ya que Colombia basa su creimiento económico en exportaciones de sector primario, entre ellos el petroleo y el agotamiento es un proceso que se esta viniendo encima, la falta de soluciones y la falta de propuestas es el auge del hambre. Seria muy bueno con todo respeto, que le implementaras a este texto tan bueno, un poco mas acerca de tu opinión personal, seria interesante saber cual es tu punto critico
ResponderBorrarEn cierto modo, pienso que el problema que presenta Colombia en temas alimenticios es culpa exclusivamente político. Ya que Colombia 30 años atrás era un país autosostenible y luego con las políticas contra los campesinos nos llevaron a esto.
ResponderBorrarComo gran exportador de materia primaria no debería de presentar problemas alimentacion tristemente se han visto escandalos entre grandes empresas aliadas para aseguear ganancia además la corrupción (politica) genera cierta influencia que nod debería de ser.
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