Por: María García
Las personas
siempre buscan un sitio en donde comprar sus productos que no sea simplemente
un lugar donde se ofrece buena calidad sino también donde se pueda conseguir
precios que encaje con su economía y esto es lo que nos ofrecen las “tiendas
D1”, estas tiendas son propiedad de KOBA Colombia s.a.s que fue constituida en
marzo de 2009, los mismos dueños de caracol, blu radio, Bavaria y muchas otras,
cuentan con más de 200 tiendas en toda Colombia en los departamentos de
Antioquia, Cundinamarca, Caldas, Quindío y Valle del Cauca y esperan abrir más
locales en este año, estas tiendas ofrecen tanto productos de consumo diario de
marcas conocidas nacionalmente como marcas propias y productos importados a
precios realmente bajos y de alta calidad.
Para poder
trabajar con bajos precios, estas tiendas aplican una política de reducción de
costos en personal, transporte, publicidad, decoración, empaque y exhibición
(incluso los productos se pueden tomar directamente de las cajas en las que
vienen empacadas por los proveedores) y lo que se ahorran en esto se traslada
al precio final sin afectar la calidad.
Pero, cual es
el punto de estas tiendas?, el comercio minorista (tiendas, supermercados,
minimercados) está en situación crítica por la llegada de estas tiendas, por su
gran competencia, estos pequeños comerciantes tendrán que cerrar sus tiendas,
que son las que dan sustento a familias, ya que obviamente no pueden competir
con los precios tan bajos que ofrecen las tiendas D1 desatando así una ola de
desempleos para toda la cadena de distribución; comercializadoras, vendedores, mercaderistas,
transportadores, etc.
En pocas
palabras, es una manipulación, venden productos a tan bajos precios y de buena
calidad que una vez que ya hayan acabado con las tiendas pequeñas, fijan los
precios a su acomodo, creando un monopolio, dejándonos sin elección para
decidir dónde comprar.
“El capitalismo
salvaje que no tiene consideración con nadie.” (Martinez, 2017)
Es un caso
parecido al del cemento hace unos cuantos años en donde las cementeras Argos y
Cemex empezaron a vender un bulto de cemento a $6.000 dejando sin competencia a
las pequeñas fábricas y cuando ya se impusieron como monopolio el precio
aumento a $20.000, en la actualidad en Colombia se paga el cemento más caro de
América y eso es lo que buscan estas nuevas tiendas, después de tenernos,
imponernos bajo sus propias condiciones.
En conclusión,
las tiendas D1 no son más que una falsa ilusión, una estrategia para apoderarse
del comercio de los víveres y abarrotes para después imponer un monopolio que
darán como resultado desempleo, quiebra y recesión
Bibliografía.
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El Espectador, Periódico
·
Wilder Javier Enríquez UNAL (Sede Medellín) Ing
Quimica
De hecho este texto invita a reflexionar sobre la manera como los ricos se aprovechan de la ignorancia y la escasez de los menos favorecidos para que caigan en su juego de empobrecer cada día mas a la población . El gobierno debería ejercer cierto control al respecto puesto hay un invasión de marcas internacionales que vienen a posesionarse al país quitándole el mercado a los productos propios y por ende acabando con la producción y empleo de muchas personas del país, ademas de acabar con la industria propia que es el esfuerzo y progreso colombiano.
ResponderBorrarLa racionalidad del consumidor no puede verse tan limitada como para establecer que siempre somos egoístas y que buscamos a toda costa maximizar nuestra ganancia personal (siempre comprar en tiendas D1), como establece Amartya Sen hay factores psicológicos que pueden orientar de manera distinta nuestras preferencias: LA SIMPATÍA Y EL COMPROMISO. Puede haber personas que les guste actuar de forma altruista y les guste ver feliz al señor de la tienda mas cercano, a pesar de que su precio sea mas costoso. Otro factor que incide en la toma de decisiones es el precio, aunque en la practica puede tampoco ser tan influyente, dado que puede haber personas que tengan un ingreso muy alto y no les duela pagar mas por el producto. Aunque cabe resaltar que en si, tiendas D1 si es un problema a largo plazo para las tiendas.
ResponderBorrarEstoy de acuerdo con lo planteado por el autor en el texto, la verdad es que estas tiendas no son mas que un espejismo que a largo plazo va a resultar como lo menciona en desempleo, quiebra y monopolio, en contraposición con Leonardo Muñoz, si considero que el individuo racional siempre es egoísta, y el hecho que en algunas ocasiones se deje llevar por la simpatía y compromiso, no significa que deje de serlo, por esta razón las tiendas D1 terminaran cumpliendo su objetivo monopolista, porque como seres racionales vamos a buscar minimizar costos, no por ver feliz al señor de la tienda mas cercana estaremos dispuestos a comprar sus productos mas caros, ademas que estas tiendas están introduciendo un concepto de compra ecológica, que muchos en el afán de sentirse bien y sentir que remedian el daño causado con su consumo, no pasaran por alto.
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