martes, 7 de marzo de 2017

El nombre de la risa y el mapamundi medieval. La risa y el imaginario popular



    Julián Andrés Palacios

Seguro habrás oído la dichosa frase de quien gana la guerra cuenta la historia, que no es más en resumidas cuentas, que el narrador de los hechos, es quien detenta poder hegemónico, llámese conquistador, ilustrado o clérigo. Pues bien, el mundo medieval estuvo habitado por una sociedad entrañable pero lamentablemente analfabeta, y por lo tanto sus registros históricos son huellas que se han perdido a través de los tiempos. Por suerte algunos historiadores se han preocupado por rescatar las voces de aquellos a los cuales les fue vedado el derecho de contar su propia historia, me refiero específicamente a la cultura popular. Obras como las de Mijaíl Bajtín y Carlo Ginzburg, intentan desentrañar un mundo que no debería sernos tan ajeno, y “El Nombre de la Rosa” no debería ser la excepción.
Un tópico de la obra es sin duda el papel de la risa, este gesto tan carnavalesco, propio de la cultura popular, presente en un texto aristotélico que Jorge de Burgos trata de ocultar a la vista de los curiosos llevándolos a la muerte, no es más que una alegoría al pululante ideal oscurantista que rigió el medioevo. La restringida entrada a la biblioteca, el misterio que envuelve la obra, no son más que la punta del iceberg. Por ello volviendo al populacho, cabe resaltar la figura de Salvatore, resalta a la vista su amorfo cuerpo e ininteligible habla, de cómo trae jovencitas para el deleite carnal del cillerero y su pasado herético, sin obviar el papel que juega la cocina dentro del imaginario popular, ocurriendo una escena sexual en esta instancia. Salvatore es la antítesis de Burgos, que a su vez la biblioteca lo es de la cocina. No es mera casualidad que Umberto Eco lo haya hecho así, es la vida corporal, que se compenetra con otros cuerpos, de la masa cultural que entra en conflicto con la escolástica de las ordenes monásticas, que en un contexto histórico más general también beligeran frente a las ordenes mendicantes, representadas en los ideales de pobreza de Guillermo de Baskerville.
En mi opinión digo que la novela es un fiel retrato de época, no sólo por su iconografía y su contexto histórico, sino porque posee todo lo que una buena novela debe poseer; sustancia. Y esa crema y nata del género literario, no es más que la osadía de decir las verdades en la cara, de cómo la ramera de babilonia liquidó la cultura popular.
El mapamundi y el imaginario medieval
Permítame convenientemente declarar una relación análoga entre la novela de Umberto Eco y la concepción medievalista del mapamundi, que hace hincapié no menos en la conjunción del espacio-tiempo que en la geografía cartográfica. Es sin duda una ardua tarea, y he de disculparme que las relaciones que establezca sean deliberadamente circunstanciales o parezcan extremadamente rebuscadas, en todo caso a continuación procedo a dilucidar mi subjetiva concepción.
Algo que llama la atención a la llegada de Adso a la abadía (anexo A), es el estupor que le genera el leviatán que es el edificio principal apegado a las faldas montañosas. Esta característica septentrional de majestuosidad y calculada ubicación (teniendo en cuenta que la biblioteca y el scriptorium se encuentran en las plantas altas) nos puede permitir hacer un paralelo con la obra de Salterio (anexo B), fiel representante del ideario de mapamundi medieval. Por una parte el edificio y gran baluarte de la abadía ubicado superiormente, representa un estadio ulterior al humano, divino si se podría decir; en él se guardan la palabra y el conocimiento, el cual no es accesible a todos. También es la génesis del pecado del hombre que aspira a lo divino; antes fue un fruto, hoy es un libro. Los misterios de la biblioteca desatan el crimen, que es la trama central de la historia, hombres que creían en dios pero pactaron con el diablo.
Debajo la biblioteca prohibida encontramos el scriptorium, un estadio intermedio entre la nobleza de la biblioteca y lo mundano de la cocina de la planta inferior. En este lugar se representan las almas de estos monjes escribanos que transitan entre los recintos adquiriendo conocimientos, sin embargo vedados por una autoridad superior. Un jardín del edén donde sin duda se poseen privilegios, habitado por un dios intransigente (Jorge de Burgos). Paralelamente vista la abadía desde el exterior, la parte central corresponde a la iglesia, análogamente podemos decir en un mundo católico, que sin duda es la Jerusalén, bastión de las expediciones de los cruzados, símbolo del mismísimo cristo.
Bajo el centro del mapa hallamos el dormitorio y periféricamente los sitios del quehacer laboral y cotidiano, la herrería, el chiquero etc. En el edificio principal en la planta inferior, la cocina. Esta es ineluctablemente la zona concupiscente de la abadía, en ella se desenfrena el deseo carnal (el cillerero, Salvatore y Adso) y en ella habitan los trabajos de baja alcurnia, es el propio vulgo que arderá literalmente al final de la novela, convirtiéndose en el mismísimo infierno.
Finalmente retrocediendo a la biblioteca, encontramos que esta representa un laberinto con referencias a un mundo tripartito, que aunque diferente, es comparable al modelo de T-O, un tipo de mapamundi de corte teológico medieval (anexo C). En primer lugar descubrimos un polígono que en sus dos cuartos izquierdos localiza a la Europa central y peninsular (Germania, Gallia, Roma e Yspania), el cuarto superior derecho Asia (Judae), y África norte en el cuarto inferior derecho (Egyptus), donde se encuentra la famosa sección prohibida del Finis Africae.
Como conclusión no me queda nada más que decir que la abadía involucra una yuxtaposición tanto estructural como narrativa, acoplándose (en mi opinión) a la  idiosincrasia del mapamundi medieval.
Referencias bibliográficas:
Eco, U. (2013). El nombre de la rosa. Colombia: Penguin Random House.
Bajtín, M. (2003). La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento: el contexto de François Rabelais. España: Alianza Editorial.
Vignolo, Paolo. El mapamundi medieval. Historia medieval. Universidad Nacional de Colombia. 10 de abril de 2016
Anexo A (mapa de la abadía)

Mapa de la abadía. [Mapa]. Recuperado de https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguwkQSBh__TsLROQIoUUtdDOjx4deP6y_Qq3DhEwCu0vh_s0z4SzwnZFxlwlDe_QQYAURLXDCxVYPYVqKGFRSYvLrF157DWk6cQJVa-0eZx5u9n8z0xzrfR3Kk2DGnQ3ZySY9o1NMFudF0/s400/haft_abbey.gif



Anexo B (mapamundi de Salterio)

Salterio. Mapamundi. [Mapa]. Recuperado de http://www.arteguias.com/artesaniamedieval/g-mapasalterio.jpg


Anexo C (mapa de la biblioteca)



Mapa de la biblioteca. [Mapa]. Recuperado de https://image.slidesharecdn.com/towards-a-crosscontext-ia3434/95/towards-a-crosscontext-ia-19-728.jpg?cb=1190786261





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