Esteban Hidalgo
“Corrupción es la acción y
efecto de corromper (depravar, echar a perder, sobornar a alguien,
pervertir, dañar).” Esta es una
definición muy concisa de corrupción, la cual se ha introducido fuertemente y
ha causado un daño extremadamente perjudicial en nuestra sociedad.
Lo peor de esta problemática es que se
da desde adentro del Estado, cuando por el contrario este debería “servir
a la comunidad, promover la prosperidad, garantizar los derechos y deberes de
los ciudadanos, facilitar la participación del pueblo en los asuntos de la
Nación, defender la independencia y la integridad territorial y asegurar la
convivencia pacífica así como un orden justo, entre otros.” Pero
lamentablemente estamos viendo como la corrupción avanza y carcome la sociedad,
vulnerando nuestros derechos y nuestra convivencia pacífica echando por la
borda la prosperidad social y es que según la procuraduría a la corrupción nos
cuesta a los colombianos 22 billones de pesos anuales, esto es el triple de lo
que la reforma recaudará; con el dinero que se queda en manos de los corruptos
se podrían cerca de 1.800.000 viviendas gratis, 6 millones de personas podrían
estudiar gratis una carrera universitaria en realidad es mucho lo que la
corrupción nos roba.
Claramente los que más
afectan son los políticos, pero ¿quién permite que estos señores lleguen al
poder? Antes de responder esta pregunta
permitiré que lean un informe que se realizo por la OEA.
En un informe realizado con la
colaboración de los 70 observadores internacionales desplegados a lo largo del
país, se asegura que en los departamentos de Atlántico, Magdalena, Bolívar,
Cundinamarca, Nariño y Norte de Santander se presentó “un flujo de dinero en
efectivo” entre
algunas mesas de votación.
El jefe de la misión, Enrique Correa, llamó la atención sobre este punto e indicó que la falta de sitios adecuados para sufragar, permitió que se diera este fenómeno con más facilidad.
“Los reportes de los observadores desplegados en el terreno indican que en casi la mitad de las oportunidades no se respetó el carácter secreto del sufragio, en muchos casos debido a la estructura y disposición de las mamparas para votar”, dijo Correa.
Entre las dádivas a cambio del voto no sólo se encontró dinero en efectivo, también becas de estudio para los niños y hasta comida.
En Girardot (Cundinamarca), por ejemplo, un grupo de observadores constató que a la gente la motivaban a votar por determinados candidatos, a cambio de 20.000 pesos y un sandwich; en Soledad (Atlántico), se le ofrecía a la gente becas para niños de primaria y en Nariño se entregó dinero en efectivo frente a un delegado de la misión.
Por esta razón la OEA recomendó a los organismos electorales mejorar las condiciones de los recintos de votación. Sugirió usar aulas en lugar de espacios al aire libre.
algunas mesas de votación.
El jefe de la misión, Enrique Correa, llamó la atención sobre este punto e indicó que la falta de sitios adecuados para sufragar, permitió que se diera este fenómeno con más facilidad.
“Los reportes de los observadores desplegados en el terreno indican que en casi la mitad de las oportunidades no se respetó el carácter secreto del sufragio, en muchos casos debido a la estructura y disposición de las mamparas para votar”, dijo Correa.
Entre las dádivas a cambio del voto no sólo se encontró dinero en efectivo, también becas de estudio para los niños y hasta comida.
En Girardot (Cundinamarca), por ejemplo, un grupo de observadores constató que a la gente la motivaban a votar por determinados candidatos, a cambio de 20.000 pesos y un sandwich; en Soledad (Atlántico), se le ofrecía a la gente becas para niños de primaria y en Nariño se entregó dinero en efectivo frente a un delegado de la misión.
Por esta razón la OEA recomendó a los organismos electorales mejorar las condiciones de los recintos de votación. Sugirió usar aulas en lugar de espacios al aire libre.
Después de haberlo
leído nos queda claro que los verdaderos culpables somos los ciudadanos, los que permitimos que estos señores lleguen
al poder, y un claro ejemplo son las campañas políticas como lo muestra el anterior
informe, en las cuales los políticos aprovechan la falta de ideales de los
ciudadanos; los cuales terminan vendiendo sus votos por cosas insignificantes
sin importarles a quien le están entregando el país. Espero que este texto
aunque corto sea de gran reflexión para los lectores y quiero terminar con esta
frase:
“Algo tiene que
cambiar, si no somos nosotros ¿quién?” - Morena
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