martes, 21 de marzo de 2017

Opinión: El malestar en la globalización, de Joseph E. Stiglitz



Julián Andrés Palacios Pinilla

Siempre he compartido el gusto por la historia y la economía, por lo tanto creo que la globalización es un tópico que los amalgama coherentemente. Pero este libro no va de la era industrial ni de los inicios de la mundialización gracias a la masificación del transporte, cuando las relaciones internacionales fraguaron el mundo tal como lo conocemos hoy. La temática es más contemporánea si puede decirse, y al menos yo la percibo como ese viejo fantasma de nuestros abuelos, cuando la era de la posguerra fue la síntesis de un proceso caluroso como son las dos guerras mundiales precedidas.
Pues bien, es imposible relatar el siglo XX, al menos en su historia económica sin nombrar al archiconocido, John Maynard Keynes; es bien sabida su participación en los acuerdos de Bretton Woods y en general su contribución a la macroeconomía. Padre de las bastardas instituciones económicas que traicionaron los principios que él erigió, refiriéndome exactamente al todo poderoso Fondo Monetario Internacional, que ha regido bajo la batuta de la financiarización, los movimientos gravitatorios del capital moderno. Esta institución es el fiel referente y protagonista, de la perturbadora crisis del este asiático, donde sus políticas austeras, magullaron el blando tejido del telar internacional, por efecto contagio bajo políticas de empobrecerse a uno mismo y al vecino. No es de extrañarse que países que rechazaron las políticas dictadas por el FMI hayan sorteado mejor la desventura. Muchos arguyen una posible conspiración de desestabilización mundial como causa del malestar en la globalización, más sin embargo el autor aduce una razón menos embrollada, tal es la de que el FMI está representado, primero por las potencias mundiales y que estas atienden a intereses privados como los del Wall Street, no siendo ignorantes en sus políticas sino más bien, infectados de corrupción.
Para concluir, tras ese sinsabor impregnado en los labios, después de la amarga promesa no cumplida que ha sido la globalización para los países en desarrollo, el lector se preguntará si hay posibilidad de un pronto cambio, y Stiglitz no escatima en recalcar el verdadero poder de la opinión pública y democrática. La salida se encuentra en la acción social, en exigir políticas incluyentes y trasparentes, que desmantelen de una vez por todas, el gran fiasco que se ha formado. Me pregunto que pensara Keynes en su tumba al ver a sus bastardos, seguro se ha de estarse revolcando, tal cual.
Referencias bibliográficas:
Stiglitz, J. (2016). El malestar en la globalización. Colombia: Penguin Random House.


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