martes, 21 de marzo de 2017

¿Qué esperamos del futuro?


Isabelle Vanessa Tintinago.

Pensar en el futuro hace parte de todos. Cada uno de nosotros hemos imaginado o nos hemos preguntado alguna vez, qué puede pasar dentro de unos pocos o varios años.
Podemos guiar nuestros pensamientos con lo que vemos y con lo que vivimos, de acuerdo a nuestras experiencias podríamos esperar un futuro placentero o no tener tanta esperanza en el cambio; también podemos relacionarnos con lo que los productores plasman y nos enseñan en sus películas, que pueden de cierta manera crear un miedo al futuro, un miedo a lo desconocido, un miedo a lo que pueda pasar, ya que algunas películas pueden tratarse de destrucción, o incluyendo otra visión del mundo, la de la religión, que de cierta manera puede ser una visión conservadora, relatándonos un fin de la humanidad.
La revolución industrial, dio paso al capitalismo, el capitalismo llego a romper con los estándares en los que se encontraba una sociedad, en la línea del tiempo, la sociedad agrícola, implantando su modo de producción, la industria, la fábrica, con ello la importancia del tiempo, ya que todos los trabajadores debían estar a tiempo en sus trabajo, la división del trabajo, trabajos repetitivos, creando la especialización de los mismos,  y éste ha estado presente hasta la actualidad, con sus pros y contras, pero cuando nos encontramos inmersos dentro de una realidad, es un poco difícil definirla y saber por qué situaciones estamos pasando, tanto que podemos pasar por alto sucesos que pueden ser importantes en la historia, como lo puede ser en este momento, el acuerdo de paz.
Entonces ¿será que todavía nos encontramos dentro del capitalismo o estamos haciendo transición a un nuevo modo de producción?
Sabemos que se han estado presentando problemas, discusiones y desequilibrios económicos, políticos y sociales, Toffler podría catalogar estos cambios, como características de una nueva ola, una nueva ola que está emergiendo, propone el derrumbamiento de todo lo existente para dar paso a cosas nuevas y mejores.
Con ese interés de querer saber qué es lo que puede pasar a futuro, podemos evidenciar dos grupos de personas que de acuerdo a sus intereses personales y experiencias, tienen unos pensamientos diferentes; nos encontramos en un momento del tiempo donde compartimos con personas que vienen, por decirlo de alguna  manera, de la segunda ola y se están relacionando con los que tienen un pensamiento diferente que serían los de la tercera ola o “sociedad superindustrial” con esta situación, existen algunas personas que no ven el futuro de buena manera, personas que pueden estar un poco aferradas al pasado y creen que estos cambios no son buenos para la sociedad, por el contrario, el otro grupo de personas son las que esperan con ansias el futuro. Asimismo, el futuro puede convertirse en una ilusión, ya que es un determinado tiempo que no se ha vivido, pero puede que se convierta en un futuro esperado o en una decepción.
Con la idea que ha propuesto Toffler podríamos creer que del surgimiento de estos conflictos se va a crear una nueva forma de vivir, una nueva sociedad, se van a transformar los modos de producción, etc.   Y nos dice “Muchas cosas de esta emergente civilización contradicen a la vieja civilización industrial tradicional. Es, al mismo tiempo, altamente tecnológica y anti industrial.” (Toffler, 1979).
Dentro del imaginario del futuro, para los que piensan en poder mejorar el planeta, esta frase se puede convertir en una frase de esperanza, porque nos quiere decir que se le daría la oportunidad al planeta de poder renovar sus fuentes naturales creando con la tecnología, modos de producción y fuentes de energía amigables con la naturaleza, sin tener que explotarla llegando al nivel de extinguirla, extinguiéndonos a nosotros mismos; otros no piensan así y creen que el mundo va a decaer y se va a acabar, que no vamos a ser capaces de crear estas nuevas formas o no nos vamos a concientizar a tiempo para poder cambiar.
Una serie de conflictos nos rodean y se pueden convertir en algo “imposible” de solucionar, parece que no se sabe por dónde comenzar, porque todos tienen su razón de ser y su importancia, y estas buenas intenciones de querer seguir con este cambio pueden derrumbarse y convertirse en un hacer nada y no se trata de un hacer nada solo físicamente, sino psicológico, tenemos muchas malas costumbres y pensamientos que podríamos cambiar.
Para poder ponerle frente a estas situaciones podríamos comenzar con la aceptación. Si hablamos de que esta nueva ola llega a imponer sus condiciones, no queda más que aceptarla y continuar; un ejemplo para esto podría ser el concepto de familia, en la actualidad la familia ya no está constituida por la familia nuclear, se están creando diferentes tipos de familia, y así sucede con todo; con un ejemplo así de simple se puede reconocer que no todo el mundo está de acuerdo con la idea de la diversidad de las familias, pero si el mundo está en un constante cambio, podríamos aceptar estas nuevas condiciones de vida, que pueden favorecer a muchos y que al final de cuentas, no perjudican a nadie.
Pero nos estamos acabando unos con otros y ¿qué tal si estos conflictos sean solo el comienzo de un gran cambio y la situación empeore aún más para luego poder notar un verdadero cambio?
Existen muchas posibilidades para este esperado futuro, pueden existir tantas como las personas que habitamos este planeta, teniendo en cuenta que cada uno de nosotros tiene su diferente forma de pensar, se podría proponer de una buena manera el estar abiertos a cualquier cambio que se presente para poder mejorar, sin olvidar que nosotros somos la base de todo, por lo tanto, podemos tomar decisiones para nuestra vida futura.

Referencias

Toffler, A. (1979). La tercera ola.
https://cruceshernandezguerra.wikispaces.com/file/view/La+tercera+ola.pdf


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