lunes, 6 de marzo de 2017

EN NUESTRO AFAN POR UN “BIENESTAR”.

                                                                                                            Valentina Ruiz

Antes de pensar en que el principal objetivo de nuestras acciones es el bienestar en un completo sentido, debemos plantearnos el verdadero significado de esta palabra; ya que en el pensamiento de muchas de las personas hoy en día, este se reduce al desarrollo esencialmente del ámbito económico, que se supone puede garantizarnos la plenitud en el vivir dentro de la sociedad.
Según Amartya Sen, premio Nobel de economía en 1998, el bienestar humano es el estado en que los individuos tienen la capacidad y la posibilidad de llevar una vida que tienen motivos para valorar. Explicando más profundamente que la capacidad de las personas para procurarse una vida que valoren está determinada por una diversidad de libertades instrumentales. El bienestar humano implica tener seguridad personal y ambiental, acceso a bienes materiales para llevar una vida digna, buena salud y buenas relaciones sociales, todo lo cual guarda una estrecha relación con y subyace a la libertad para tomar decisiones y actuar.
Planteando esto; puedo definir el bienestar como un conjunto de condiciones que permiten el garantizar al ser humano llevar una vida digna. Aunque reiterando lo dicho anteriormente hoy solo se plasma la idea de poseer bienes materiales para poder suplir toda necesidad surgente a partir de las carencias que genere la ausencia de ellos.
Debe existir un bienestar desde cada ámbito, para que se aplique en todo el sentido de la palabra. Como seres humanos estamos cubiertos por la índole compulsiva de la acumulación y el materialismo; ya que día a día esto se convierte en parte de nuestra naturaleza, en este caso con la excepción de que ya no nos distingue de los demás, pues el contar con recursos económicos (o materiales) es un factor de carácter general dentro de la mayoría de las organizaciones sociales.
Al estar detenidamente pendientes de poder satisfacer cada deseo que se nos presenta, poco a poco nos introducimos más en el abismo del egoísmo y la individualidad. Sin ser conscientes de que quizás el bienestar puede estar justo en aquello que no tenemos, ya que no está en lo que puedan poseer nuestros semejantes, estas no son más que materialidades superficiales ligadas a la subjetividad de lo que se define como bienestar (lo bueno para unos, no es bueno para otros) y a los múltiples factores económicos objetivos que se planteen.
Al enfrascarnos en la satisfacción y plenitud de lo que consideramos necesidades, cuando en realidad son deseos, recurrimos a desplazar otros ámbitos, a quitarles importancia, descuidándolos y así  llegando a plasmarnos como títeres actuando a merced de lo que los mercados nos impongan. Sin darnos cuenta que a pesar de que el bienestar es amplio y complejo para definir, quizás podemos tenerlo; pero para pesar nuestro, ni siquiera nos damos cuenta. Terminando así, con un inmenso acantilado entre lo que deseamos y lo que realmente necesitamos.
Entonces, aunque conceptualicemos con cercanía lo que realmente es el bienestar, surgirá como duda si ¿acaso la naturaleza nos pone la falta de bienestar como medida para garantizar que día a día evolucionemos? O ¿será talvez un producto de la falta de conciencia a la que nos arrastra el inconformismo y el deseo por tener cada día más?
Para redefinir así, en nuestro afán por alcanzar dicho bienestar, modificamos nuestra vida y nuestro propio ser; para que estos giren en torno de la superficialidad, materialidad e incluso frivolidad de todos aquellos caracteres deseados que supuestamente nos llevaran a una plenitud humana y social.

  
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1 comentario:

  1. Hola.
    Me parece muy interesante este tema, donde podemos pensar y reflexionar los problemas que se están generando en el individuo sea psicológica o de abstinencia, en la actualidad la mayoría de personas piensan que el bienestar es poseer muchos bienes materiales para suplir en un futuro una vida mejor o mejor dicho no tener necesidades y poderlas cubrir.
    El hombre se ha convertido en un ser egoísta, ambicioso, materialistas y acumulador, como tú lo has dicho compañera lo que es bueno para uno, no lo es para los otros y es verdad porque cada quien desea suplir sus necesidades y deseos de la mejor manera, y al convertirnos en personas egoístas solo pensamos en nosotros y no nos importa los demás (sociedad); sabiendo que la misma sociedad es la generadora de este problema, la evolución del mercado ha hecho que el hombre deje de ser consciente de lo que en realidad es importante “ El Bienestar” ( Una necesidad , mas no un Deseo).

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