martes, 21 de marzo de 2017

Migración y desarrollo en las poblaciones vulnerables de América Latina


Andrea Calpa
El fenómeno migratorio es en la actualidad un fenómeno que ha crecido constantemente producto del cambio global, este  cambio ha hecho que numerosas poblaciones a nivel mundial decidan desplazarse de sus países de origen a otros países con culturas completamente diferentes, todo con el objetivo encontrar   empleo, salud, vivienda, educación para sus hijos y de esta forma brindarle a sus familias mejores condiciones de vida. 
“Aunque hasta ahora han sido relegados a un segundo plano debido a la intensidad de la emigración hacia Estados Unidos, los flujos migratorios entre los países latinoamericanos poseen una creciente importancia económica, social y cultural”. (OCDE & OEA, 2010)
Los países que conforman la región de América Latina y el caribe pertenecen aún al grupo de países en vía de desarrollo. América Latina ha sido sacudida severamente por la desaceleración mundial, pero el crecimiento económico está mejorando  permitiendo a América Latina emergerse de la crisis más rápidamente que la mayoría de los países desarrollados. El ritmo de recuperación lo determina en parte las condiciones globales, pero también la capacidad individual de cada país para estimular la economía a través de una política sostenible.  Chile, Perú, México y Brasil son los países que se encuentran mejor situados para emerger fortalecidos a través del gasto público y la movilización de sus reservas. Este es el motivo por el cual la mayor parte de la población de América Latina y el Caribe decide migrar a estos países.
En las Américas, la magnitud y características del fenómeno migratorio tienen profundas repercusiones sociales y económicas, ya sea en los países de origen, tránsito o destino de los migrantes. Gran parte las poblaciones que deciden migrar lo hacen por la situación económica que vive el país en el que habitan, pero al llegar a los países de destino los migrantes se encuentran con una situación completamente diferente a la esperada. 
Al llegar los migrantes a sus países de destino se convierten inmediatamente en víctimas de xenofobia, discriminación,  siéndoles negados todos sus derechos como refugiados.
Es preocupante la situación que viven los migrantes Haitianos que llegan a la isla vecina de la República Dominicana, esta nación no vela por los derechos de estos ciudadanos migrantes los cuales se ven obligados a abandonar nuevamente la isla o en otros casos, se ven obligados en medio de la angustia por mejorar la calidad de vida de sus familias a huir de su país por medio de redes de tráfico de personas.
Venezuela se ha convertido en el principal país de destino para los migrantes provenientes de Colombia, según cifras oficiales,  actualmente Venezuela alberga  más 5,6 millones de colombianos, quienes gozan de los mismos derechos que tienen los venezolanos.  En los últimos 10 años, Venezuela ha recibido el 30 por ciento de la migración que se registra desde Colombia, donde los ciudadanos han tenido que huir de su país por sufrir las consecuencias de la guerra interna, las políticas neoliberales y la falta de atención social.
Para combatir contra las migraciones es necesario implementar  políticas migratorias que cobijen a los refugiados en todos los países, cada país debe reajustar sus políticas migratorias para  brindar así la protección que cada migrante tiene como víctima del conflicto, problemas sociales  que se viven en su país de origen.
Este es un problema  que viven más de 100 millones de latinoamericanos migrantes por esto se pueden
1.       crear un acceso flexible y legal al mercado de trabajo que refleje la demanda laboral. Los gobiernos deben ajustar sus políticas de migración y mejorar sus marcos de integración con el fin de que la migración pueda responder a las necesidades laborales futuras. Asimismo, las nuevas políticas deben incluir mecanismos que desincentiven los flujos irregulares y faciliten los canales migratorios legales.
2.      Extender la protección social a más migrantes latinoamericanos. Se debe promover tanto la movilidad como el retorno a través de programas que proporcionen los incentivos adecuados y garanticen la portabilidad de prestaciones sociales de un país a otro.
3.      Aprovechar los beneficios de las remesas. Los gobiernos latinoamericanos deben ofrecer incentivos a los migrantes para que envíen remesas a través de canales formales, y deben dirigir dichas remesas a inversiones comunitarias.

4.      Involucrar a las redes de diásporas. Se deben implementar políticas activas para conseguir que los latinoamericanos y sus descendientes nacidos en los países de destino apoyen iniciativas de desarrollo en sus países de origen. Dado que estas comunidades en el extranjero guardan muchos vínculos familiares y culturales con sus países natales, representan una potencial fuente de ideas, financiación y mano de obra cualificada. Los gobiernos latinoamericanos deben reforzar el diálogo y colaboración con las organizaciones de migrantes para llevar a cabo acciones encaminadas a mejorar el acceso a los mercados laborales, la protección social, la integración, la cooperación al desarrollo y las condiciones en general de la migración internacional.

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