martes, 7 de marzo de 2017

Tradición Política en Colombia y la Restricción Participativa a Terceras Fuerzas. ¿Cuál fue la influencia de la configuración política tradicional colombiana en la formación de las guerrillas?

Astrith Carolina Alba Monje 


La configuración partidista nacional ha estado anclada a familias políticas, es decir a linajes de parentesco y de lealtad. Durante el bipartidismo los partidos conservador y liberal ejercieron de forma exclusiva el poder. Ambos partidos políticos nacidos a mitad del siglo XVIII son producto de una herencia ideológica propia de fracciones bolivarianistas y santanderistas; posteriormente centralistas y federalistas.  En un primer momento la preeminencia liberal se manifestó en el Olimpo Radical (1863-1886), posteriormente, luego de la guerra de 1885 el partido conservador ejerció el poder bajo el proyecto político de la Regeneración.   
Para 1930 el triunfo de los liberales en las elecciones presidenciales, dio paso a la Republica liberal. Con la revolución en marcha emprendida durante el primer gobierno de López Pumarejo (1934-1938)- propuesta que buscaba reformar el atraso mercantil y productivo de una sociedad altamente agraria-, se gestó un ambiente conflictivo entre terratenientes y campesinos que luchaban por la restitución de sus tierras. La posesión de tierras de forma ilegal ha estado sustentada en la influencia de una clase oligárquica que continúa canalizando todo tipo de reformismo con el objetivo de conservar su poder; es bien sabido que la acumulación de tierras en Colombia ha sido fuente de poder y en consecuencia detonante de conflictos. Tal escenario influyó en la conformación de organizaciones de defensa civil o autodefensas campesinas.
El periodo de la republica liberal termino en 1946, cuando los conservadores ganaron las elecciones y empezaron su gobierno dentro del periodo histórico conocido como la Violencia. Durante la Violencia los gamonales arreciaron el proceso de expropiación agraria. En ese momento las organizaciones campesinas fueron catalogadas como amenaza a la estabilidad, declarándolas enemigo interno. Frente a esta situación gran cantidad de campesinos se unieron y formaron las Ligas de Defensa Campesina, convertidas posteriormente en objetivo militar.
Con el auspicio de la iglesia católica, el 13 de junio de 1953 el teniente general Gustavo Rojas Pinilla mediante un golpe de estado se hace al poder. En este régimen se desato la lucha contra el comunismo, por lo que en abril de 1955 el ejército inicio la ocupación de zonas regionales agrarias en donde el Partido comunista colombiano (PCC) ejercía influencia, siendo este partido ilegalizado por decreto presidencial en 1956. Este hecho genero un ambiente de frustración frente a los supuestos cambios institucionales positivos que se preveían, por lo que en las zonas agrarias se reactivaron los núcleos de autodefensas que luego pasaron a ser guerrillas móviles.
Bajo un régimen militar y la violencia desbordada en el campo, los dirigentes liberales y conservadores mediante los pactos de Sitges y Benidorm (ciudades españolas) buscaron poner fin a la violencia y erradicarla de sus prácticas interpartidistas, como resultado de estos acuerdos y tras derrocar a Rojas Pinilla, en 1958 se estableció un pacto que configuraría un nuevo régimen político. Frente Nacional (1958-1974) fue el nombre de este pacto, aprobado por plebiscito en diciembre de 1957, que instituyo por 16 años este poder compartido: los dos partidos se alternarían el poder presidencial y se repartirían en forma paritaria los cargos políticos y administrativos, para volver a fundar el equilibrio y la transacción entre los partidos y recuperar así la legitimidad del conjunto del sistema político. (González. 1997, p.78)

La implementación del mencionado pacto termino de dificultar el surgimiento de terceras fuerzas políticas y organizaciones de oposición, situación que contribuyo al desarrollo del movimiento guerrillero. La burocracia gubernamental y el régimen político, han truncado cualquier cantidad de propuestas políticas contrarias al statu quo, tal factor deja como ejemplo la lucha de Camilo Torres (El cura guerrillero) quien fue un ferviente opositor del Frente Nacional, en esta perspectiva, Camilo gestó e impulsó el “Frente Unido del pueblo”, en donde buscaba articular todas las fuerzas políticas revolucionarias y de oposición bajo la “Plataforma del Frente Unido”, iniciativa enfocada a lograr la reforma agraria, reformas en el ámbito urbano, en la política tributaria, la política monetaria, el régimen de salud, la configuración de familia y las fuerzas armadas, proceso que no vio culminado pues fue asesinado durante su primer enfrentamiento como militante del ELN en patio cemento Santander.
Con la frustración por no lograr profundos cambios de forma pacífica y legal, muchas organizaciones se plantearon la necesidad de recurrir a la lucha armada, para lograr establecer un nuevo régimen y una nueva sociedad. Bajo esta perspectiva histórica se puede afirmar que cuatro han sido las organizaciones insurgentes del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), El Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19).
El surgimiento de las Farc, tuvo lugar a partir de la ofensiva militar en 1964, contra las zonas de auto-organización y autodefensa campesina al sur del país, específicamente en Marquetalia, Guayabero, El Pato y Riochiquito, zonas de influencia comunista; dicha ofensiva tenía como finalidad erradicar las conocidas repúblicas independientes, surgidas por la exclusión de campesinos de la frontera agrícola, que exigían el acceso a la propiedad de la tierra.
 Los sobrevivientes de la incursión militar realizaron en 1964 la primera conferencia del Bloque Sur, elaborando el programa agrario de los guerrilleros y a finales de 1966 en la segunda conferencia se constituyen las Farc-Ep. Por su parte el M-19, tuvo origen por el descontento político que dejo las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970 que dio como ganador de forma dudosa al candidato del Frente Nacional, el conservador Misael Pastrana Borrero, frente a Rojas Pinilla candidato de la ANAPO.
De acuerdo a lo anterior el movimiento armado suele explicarse en parte como un subproducto de la cerrazón del sistema a los dos partidos tradicionales y la exclusión de terceras fuerzas, bien sea por pactos, como el Frente Nacional, por presuntos fraudes electorales…o bien por el exterminio de líderes opositores, como en el caso del genocidio de la Unión Patriótica (Roll, 2002, p.117)
En términos generales es evidente que en Colombia siempre ha habido un problema de tenencia de la tierra y en consecuencia de la utilidad y manejo de ésta, sumado a este factor está el cierre de los espacios de participación política a grupos diferentes a los tradicionales, siendo tal elemento dentro del discurso de la izquierda guerrillera el principal factor justificatorio de su lucha armada, expresando además que el pueblo organizado tiene la obligación de combatir la violencia estructural que ha existido en el país.
En este orden de ideas valdría la pena preguntarse si los grupos de izquierda han sido incapaces de plantear y construir una alternativa política que articule el descontento social generalizado en Colombia y por tanto diversos grupos poblacionales excluidos no vean la necesidad de alzarse en armas para lograr alcanzar un proyecto político reformista.

                                                                    
Bibliografía.
·         Ibeas, J. Agudelo, L (1997). Colombia: heterogeneidad del movimiento guerrillero, multipolaridad de la guerra y maraña negociadora España: SODEPAZ.
·         González. F (1997). Aproximación a la configuración política de Colombia. En: Para leer la política: ensayos de historia política colombiana Bogotá: CINEP.
·         Roll. D (2002). Rojo difuso y azul pálido: los partidos tradicionales en Colombia: entre el debilitamiento y la persistencia Bogotá: UN Editorial.






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