¿Nos parecemos al resto del mundo?

                                                                                                              Isabella  torres león

¡Hola! Si tú, hombre de la tierra! Que te levantas en la mañana y sales a la calle a cumplir con la rutina que el sistema te aplica, si tú, que ves a un niño durmiendo en la calle, a un hombre mendigando una moneda, a una multitud de hombres y mujeres desempeñando toda clase de tareas, a los medios de comunicación anunciando casos de violencia, corrupción, desempleo, pobreza,  crisis económicas, etc. Tú aquel ser, que no logra entender si el problema es el mal gobierno o el sistema? O que seguramente ni  se interesa en  lo más mínimo por el        sistema capitalista  e imperialista en el que vivimos.

¡No comprendo cómo los humanos pueden vivir en estas condiciones! Al pensar en una economía; se centran en el tamaño y la evolución del PIB, es una actitud natural, pues este indicador representa el valor creado  por una economía en un determinado año, pero el futuro depende de las decisiones correctas y del manejo de nuestros recursos naturales que se da por parte del estado. La política económica   que se aplica desde una perspectiva clásica y keynesiana busca disminuir el desempleo y la inflación, a través de metas intermedias, que si se logran, se conseguirá el bienestar de la gente, pero  Al final lo que se hace es importar un modelo ideal de desarrollo para lograr ese equilibrio  y crecimiento tan anhelado.

El sistema capitalista está en crisis. Venimos escuchando a diario esta frase, tiene características mundiales y solo se mejorara cuando el PIB empiece a ser positivo.  En nuestro país, ante la necesidad de buscar  un camino que conduzca al desarrollo, resulta conveniente, analizar   mediante el movimiento de la demanda y la oferta del mercado, una  política fiscal y monetaria   que nos lleve  a la planeación de la política económica, todo lo anterior en función de los a gentes económicos y los medios de producción que son principalmente administrados  por el estado para garantizar el funcionamiento de la sociedad, pero además  reciben contribuciones mediante los impuestos  de los ciudadanos y las empresas, que al parecer nunca serán suficientes por que la población crece y las necesidades se hacen más grandes.

Ahora, tú habitante del universo! Sigue con la rutina de consumir, trabajar, producir, gastar. Olvídate  de  tu bienestar y empieza a endeudarte con tasas de interés altas, a no ahorrar, a invertir sin ninguna rentabilidad  y veras como la escases sale a flote. Ya nada volverá ser igual, porque nunca antes se han sufrido tantas crisis y desempleo, ni tampoco hemos observado tantas creaciones de nuevas empresas con el vigor de competir y exportar. Solo quedara dar solución y está en las manos de  la sociedad democrática.