Alexza
Jhovana Correa Ararat
Querida amiga:
Te escribo para darte noticias del progreso de mi investigación. Hasta ahora, la sociedad me ha sorprendido; Tienen un sistema económico totalmente diferente al nuestro, a su modo de producción le llaman: capitalismo, Aquí las relaciones sociales no se basan en la cooperación ni mucho menos en la ayuda mutua, al contrario, se basa en la explotación; es una sociedad egoísta e individualista, en la cual solo importa los ingresos que puedan llegar a obtener.
Te escribo para darte noticias del progreso de mi investigación. Hasta ahora, la sociedad me ha sorprendido; Tienen un sistema económico totalmente diferente al nuestro, a su modo de producción le llaman: capitalismo, Aquí las relaciones sociales no se basan en la cooperación ni mucho menos en la ayuda mutua, al contrario, se basa en la explotación; es una sociedad egoísta e individualista, en la cual solo importa los ingresos que puedan llegar a obtener.
Hace unos días logré
hablar con una de las personas que se encuentran en la cabecera del
capitalismo, me logró explicar algunas cosas de su modo de producción y gracias
a esto lo logré entender; me explicaba
que sus objetos de trabajo son llamados:
trabajadores, estos tienen diversas actividades
productivas, cuyo fin es: una economía que genere ciertos ingresos que despues
les permitiran conseguir bienes y
alimentos. También me he logrado informar sobre algo que podremos llamar: la
sociedad del consumo; en donde utilizan y gastan cosas que realmente no
necesitan, generando así un desperdicio. Lo realmente horrible de esto es que
están acabando con sus medios geográficos: agotan sus recursos; cortan arboles;
vuelan montañas para extraer los metales; acaban con el agua y terminan con otros
seres vivos.
A pesar de que tienen unos medios de trabajo muy sofisticados y evolucionados, sus tecnologías son desechables; claro, estas están planeadas para ser reemplazadas al poco tiempo y crear un ciclo consumista, y este ciclo fluye gracias al ideal que se les ha vendido: “si no tienes o compras mucho, no vales”.
Al observar algunos
mensajes publicitarios, logré notar algunas de las filosofías que muestran sus
anuncios: la felicidad depende de lo que logres comprar; para valer en la
sociedad es muy importante la apariencia física; compra productos que te
permitan cumplir con los estereotipos sociales; tener más que otra persona te
hace estar por encima de ella, así como dijo Ivan Rech: “En una
sociedad de consumo hay, inevitablemente dos clases de esclavos, los
prisioneros de la adicción y los presos de la envidia”. Aquí los vacíos son llenados con
objetos materiales, las personas quieren estar y permanecer a la moda.
Por último, solo queda
esperar que la sociedad no me introduzca en su consumismo desenfrenado en el
tiempo que me queda de permanencia aquí. Te mantendré informando de mis nuevos
descubrimientos.
Atentamente, tu amiga
no tan primitiva.
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