Hojear distintos textos de
historia, de distintos autores, con distintas posturas, observar a mí alrededor
y llegar a la más patética conclusión de que no hemos aprendido nada de esa
historia. Las comunidades humanas han sido los grandes gestores de los
ecocidios más voluminosos del planeta. ¿Cómo es posible que lleguen unos
cuantos simios que razonan y sean capaces de extinguir un descomunal número de
especies de animales y plantas que soportaron por miles de años los más drásticos
cambios climáticos de ciclo natural, soportando los más inclementes fríos hasta
los calores más abrazadores? Esto en un tiempo record, pues la especie sapiens
habitamos estas tierra, aproximadamente hace 200mil años, siendo optimista,
mientras la tierra se tasa en 4500millones de años, siendo nuestra especie
prácticamente un parpadeo. Nuestros
queridos ancestros pisaron fuerte en cada una de sus incursiones exploratorias,
pero creo que se excedieron.
Se asume que en la actualidad
somos participes de la tercera oleada de exterminio, bueno, no seré dramático:
la tercera oleada de extinción de especies. Cada oleada ha sido marcada por una
revolución. La revolución cognitiva en la primera, la revolución agrícola con
la segunda y, la actual, revolución industrial. Cada una, si cabe el termino,
más potente que la inmediatamente anterior.
La historia es una de las
invenciones humanas más grandes, prácticas y útiles. Con ella es posible ver en
que se falló, o en que se acertó y dibujar un posible camino para no repetir
errores, al menos evitar los evitables y extrapolar las acciones positivas.
Claro, en teoría. ¿Pero en lo cotidiano es empleada para eso? ¿Los académicos
como estamos viendo la historia? ¿La estamos viendo como unas historietas
cómicas y simple relleno? ¿Se está haciendo un el ejercicio consiente de la
utilidad, y la necesidad, de revisar la historia?
La economía es un campo de
controversia donde impera utilizar los recursos naturales para generar el
bienestar de las comunidades humanas satisfaciendo sus necesidades, pero hay un
pequeño problema: en el modo de producción, contextualizando a Colombia,
capitalista no tiene como único objetivo el cubrir las necesidades básicas para
poder vivir, va mas allá y propone distintos satisfactores donde su producción
consume energía que no tendría por qué ser consumida. Esta oferta de
satisfactores sin sentido se alimenta por el afán de lucro sin dimensionar los
daños colaterales, porque como especie hemos tragado entero las invenciones
humanas dándole valor a lo que no debería tenerlo y despreciando lo que por antonomasia
debería ser significativo y representativo: ¿Es posible que le demos más valor
a un gramo de oro que a los ecosistemas acuáticos y terrestres que se
destruyen?
Para redondear el asunto. Es
así como veo la importancia de conocer la historia, para evitar cometer los
vejámenes y replicar las glorias de nuestros ancestros.
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ResponderBorrarEstoy de acuerdo con lo que planteas, puesto que si no damos de vez en cuando un vistazo a nuestro pasado, a nuestra historia como humanidad y/o especie, pocos serán los errores que no repitamos y las desdichas que nos ahorremos.
Pero no todo está perdido, pues si observamos con detenimiento nuestra sociedad actual hay quienes han aprendido de los errores humanos del pasado y poco a poco generan un cambio positivo para la humanidad y otros (como mi caso) que por lo menos lo intentamos. El mismo texto plantea el hecho de que constantemente evolucionamos como especie y depende de nuestra generación y las generaciones venideras el hacer de ese cambio algo positivo.
Gracias Sebastian por tu comentario.
ResponderBorrarEs un buen punto de vista.
Me parece razonable el encontrar sentido a la vida y evitar el deterioro por medio del cambio individual. Al menos para nos caer en la desgraciada inutilidad de quedarse cruzados de manos.