Lisseth
Yohana Lozano Díaz
Históricamente
nuestro país se ha caracterizado ante muchos otros por destinar u orientar gran
parte de todas las fuerzas productivas que posee a actividades económicas
específicas, bien sea que estemos hablando de aquellas que se relacionan con el
agro o también las que se dedican a la extracción de minerales de la tierra y
demás. Es, por tal razón, que se ha impedido la ampliación de la cadena de
producción, así como también la diversificación de la economía misma. Tal
fenómeno ha ocasionado muchas veces que no se haya visto la necesidad de
generar o de crear un mayor valor agregado para los distintos bienes y
servicios elaborados o prestados por la misma nación pues se ha pensado, en
términos de lo planteado por David Ricardo, que, al tener una ventaja comparativa
frente a otros países en la elaboración o extracción de los mismos, se esté
casi que en la obligación de dedicarse únicamente a dichas actividades pues
basándose en la racionalidad económica imperante en los individuos, se logra
cumplir con el cometido ya que se tiene
un costo de oportunidad más bajo que si se dedicase a otras actividades. Tales
aseveraciones y argumentos que terminan por convertirse en ideologías y estilos
o modos de orientar las políticas conllevan que hoy por hoy el país tenga o
esté atravesando por algo a lo cual se le conoce comúnmente como la enfermedad
holandesa.
¿Cuál
sería el lío con dicha “enfermedad”? Básicamente y de manera análoga podemos
ver, basándonos en las experiencias más cercanas acontecidas últimamente, que
debido al descenso estrepitoso de los precios del barril del petróleo en los
mercados mundiales en los últimos años (situación ocasionada fundamentalmente
por la mayor facilidad con la que cuentan determinadas economías para extraer
dichos minerales, así como también el hallazgo de nuevos pozos) hicieron que
economías como las nuestras, en donde la mayor cuantía de la generación de las
divisas para el país se las obtienen de dichas actividades pues para el caso
Colombiano, la empresa encargada y la cual también tiene el monopolio sobre
dicha actividad es ECOPETROL, es decir y ello implica, que al ser casi en su
totalidad la empresa estatal (acciones) los ingresos derivados de determinadas
actividades productivas se irán para las arcas del Estado, por tal motivo y al
ser muy poco competitivos frente a dichos magnates de la producción del crudo,
el Estado no pudo obtener los ingresos esperados; situación que presupone la
disminución de los ingresos fiscales así como también de la reducción paulatina
del monto invertido en obras sociales pues ya no se tenías recursos económicos
para adelantar dichas actividades de inversión. Así, y con todo esto, la
dificultad y el mayor problema con la “enfermedad holandesa” es que al
dedicarse casi que en exclusividad a actividades específicas de producción
(extractivas), la nación queda maniatada para generar bienestar derivado u
obtenido de otras labores distintas a estas.
Siendo
un poco más objetiva y teniendo en cuenta siempre las condiciones estructurales
del país, me atrevería a decir que en definitiva la enfermedad holandesa es eso
precisamente, un germen que está en nuestro país y que nos impide poder hacer
desarrollar las fuerzas productivas de la economía. Por otra parte, y teniendo
en cuenta que no es que no se quiera o pretenda deshacer de ese malestar sino
que las dificultades así como también las formas en las que se ha ido creando
la identidad del país, hacen u ocasionan la imposibilidad de pensar en otras
formas de organización productiva. De tal hecho se desprende la imperiosa
necesidad de buscar y diversificar un poco más la economía y apuntar hacia
otras perspectivas de país, pues el desarrollo no se hallará bajo las mismas lógicas y no siempre el
bienestar o el malestar de nuestra economía debe estar condicionado y orientado
por las modalidades de consumo y de producción establecidas en contextos
exteriores.
Referencias y Fuentes
de acuerdo estoy con el planteamiento de la enfermedad holandesa que se vive en nuestro país el cual no ha encontrado otro modo de hacer economía que el de exportar materias primas. y esto en nuestro territorio probocaria gran daño ambiental a largo plazo si sigue con esa modalidad de hacer economía. así que estoy de acuerdo con combatir esa enfermedad holandesa.
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