La economía, vista desde su
sentido social, es el estudio de la manera en que las sociedades utilizan los
recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes
individuos, lo cual connota un compromiso solidario y equitativo. Al respecto,
se dice entonces que " la economía aspira, en primer lugar, a explicar el
mundo que nos rodea y, en segundo lugar nos ayuda a diseñar la política
económica, basada en sólidos principios económicos que pueden mejorar el nivel
de vida de la población de nuestro país y del resto del mundo”. (Samuelson, P, Lecturas de economía).
Sin embargo al pasar de los
años, la economía ha ido perdiendo su objetivo principal de bienestar, debido a
los grandes cambios que ha sufrido la sociedad, trastornando y en muchas
ocasiones contradiciendo los principios fundamentales con los cuales fue creada.
Tal es el caso que actualmente se presenta con la sobreexplotación de los
recursos naturales, donde la idea de “progreso” ha ocasionado serios e
irreversibles impactos negativos al medio ambiente.
“Algunos biólogos y
ecologistas de la Universidad de Stanford anunciaron que para todo el globo,
incluyendo ecosistemas terrestres y acuáticos, la energía vital terrestre ya
manipulada o deteriorada por el hombre sería actualmente del orden del 25%”. Con
todo el daño ya evidenciado, casi se vuelve absurdo pensar en que todavía nos
quedan de la tierra tres cuartas partes para allanar, para crecer con ello la
economía y a costa de haber manipulado toda la energía vital terrestre”. (Turga
Avila, S, Aguas y basura. Responsabilidad
comunitaria, p.47).
Es así como actualmente todos
estos actos de irresponsabilidad y falta de conciencia ecológica, traen consigo
consecuencias irreversibles en el impacto ambiental, como por ejemplo, las
catástrofes naturales, siendo la lluvia ácida y el calentamiento global unas de las más evidentes, que azotan
poblaciones enteras y destruyen a su paso miles de ecosistemas, necesarios para
la preservación y sostenimiento de la vida humana.
En este sentido se plantea la
necesidad de reflexionar acerca de algunos problemas ambientales por los que
transita hoy el mundo, reconociendo que varios de ellos, sino todos, están
relacionados con la actitud codiciosa y egoísta del ser humano al utilizar los
recursos naturales. Pese a que la selva y los bosques son el tejido principal donde
se oxigena la tierra, se están destruyendo de manera precipitosa y caótica, así
pues la economía es presentada como un proceso meramente productivo, donde el
sistema económico funciona de manera aislada, como si no necesitara de otros
factores o variables, especialmente de la naturaleza.
Ahora bien, se habla de
“progreso”, en la idea de generar bienestar para los individuos insertos en la
sociedad, regida por un modelo económico, pero es urgente y necesario detenerse
a pensar ¿de qué progreso hablamos?, pues con lo anteriormente planteado un
desarrollo sostenible, requiere de prácticas ecológicas que garanticen la no
agresión a la naturaleza, al pretender maximizar el bienestar humano, lo que claramente
no sucede en la actualidad.
A todo lo anterior se suma
también, los altos niveles de consumo, de donde se desprende otra problemática
que enfrenta el medio ambiente: el mal manejo de las basuras. “En las grandes
ciudades la basura ha aumentado mucho más rápido de lo que se descompone; cada
habitante del mundo genera entre 30 y 50 kilos de basura al mes. (…) el aumento
y la acumulación de residuos son un problema ambiental”. (Turga Ávila, S, Aguas y basuras. Responsabilidad comunitaria,
p.55).
Es por esto que el tema
económico debe ser visto como un sistema integrador, que por una parte genere
bienestar social, teniendo en cuenta que es uno de sus principios fundamentales
y por otra parte se replantee la idea de “progreso”, en la que su objetivo
primordial sea la preservación de la vida humana, mediante un desarrollo
sostenible que asuma un compromiso con el ecosistema, ya que es una fuente
natural indispensable para el sostenimiento.
Una de las posibles soluciones
que se puede plantear alrededor de dichas problemáticas, es que desde el
gobierno se pueda diseñar una política económica donde se le pueda dar una
óptima administración a los recursos sin hacer daño al medio ambiente. También,
que desde la educación se promueva una conciencia ecológica, llevando a cabo
proyectos educativos ambientales, que incentiven el cuidado y buen manejo de
los recursos naturales, resaltando la importancia que estos tienen en la vida
del ser humano. Todo esto teniendo en cuenta que es desde los primeros años de
vida como los individuos adquiere su aprendizaje de manera más significativa.
Además de la influencia familiar, que puede o
debe fomentar prácticas ambientales, tales como el reciclaje, donde la clasificaron
de las basuras disminuye el impacto ambiental, en la medida que los residuos
tardarán menos tiempo en descomponerse.
Finalmente, (…) “de nada nos
servirá el poder tener una casa, unos muebles bonitos y darle estudio a
nuestros hijos, si el aire se vuelve irrespirable, si los ríos se secan (o los
secamos), si el clima se convierte en nuestra principal preocupación, si incrementamos
el estrés cotidiano, que a su vez nos incrementara la aparición de nuevas
enfermedades”. (Turga Ávila, S, Aguas y basuras.
Responsabilidad comunitaria, p.5). Es por esta razón que es necesaria una
pronta solución al tema del impacto negativo que ha traído la economía en estos
tiempos, regresando a los principios fundamentales de la economía, que tenían
como base el bienestar para todos, sin que eso quiera decir que haya que
destruir nuestro mismo ecosistema para conseguirlo.
Referentes
Bibliográficos:
·
Turga Avila, S, Aguas y basuras. Responsabilidad comunitaria.
·
Samuelson P, Lecturas de economía.
Buenas noches.
ResponderBorrarLas situaciones y preocupaciones que han surgido son diferentes a las que vivieron las personas de épocas anteriores y las teorías y modelos resolvían estas situaciones. Podríamos decir que con la industrialización se dio inicio a esta problemática ambiental, esto no quiere decir que la industrialización fue mala, tampoco lo es la tecnología, lo malo es abusar de estos procesos y que no se le dé a la naturaleza la opción de renovarse.
Cuando planteas en tu texto, “de nada nos servirá el poder tener una casa, unos muebles bonitos y darles estudio a nuestros hijos, si el aire se vuelve irrespirable, si los ríos se secan (o los secamos)", con la política pública, podríamos “meternos” en la cabeza de las personas para poder cambiar su forma de pensar egoísta, por una que pueda beneficiarnos a todos inculcando el cuidado del medio ambiente.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarMe parece un muy buen texto y en si el ser humano desde un principio por satisfacer sus necesidades y las de su sociedad ha estado provocando una gran cantidad de daños al medio ambiente, debió a que este es quien nos ha otorgado todo lo que hoy en día tenemos, nos estamos excediendo en la explotación de sus minerales y es algo que claramente se debe corregir como planteas en el texto nuestra prioridad ahora no debe ser la riqueza sino la preservación de nuestra vida mediante un desarrollo sostenible, al no actuar desde ya al final de cuentas nos habremos exterminado a nosotros mismo porque la humanidad no puede vivir sin los recursos que nos da el planeta.
ResponderBorrarBuenos días!
ResponderBorrarEl tema que planteas me parece muy interesante porque es un cambio que se debe dar si la humanidad quiere seguir “existiendo” ya que necesitamos personas conscientes para que no destruyan el medio en el que vivimos; además cabe resaltar que algunos países ya han dado el siguiente paso que es cuidar la naturaleza o bueno producir pero de manera limpia, sin afectar a nuestro ecosistema que es el principal afectado; y este cambio debe que ser necesario si queremos que nuestras generaciones siguientes puedan tener un lugar sano para vivir y poder reproducirse.