¿VIVIR PARA TRABAJAR O TRABAJAR PARA VIVIR?

Cuando pensamos en trabajar, debemos pensar en lo que Marx llamó, fuerza de trabajo como mercancía, donde el que la compra es el capitalista y el que la posee el asalariado. Frente a este factor de producción existen múltiples definiciones, teorías, puntos de vista.
 El objetivo de este texto es desarrollar el propio concepto de trabajo, teniendo en cuenta lo que Marx aporta a cerca del mismo. ¿Qué es el trabajo? ¿Se puede vivir sin trabajar? ¿Para que trabajamos? ¿Qué sentido adquiere el  trabajo en función del capitalismo?

Estas preguntas nos llevan a detenernos y meditar, en el significado del trabajo, como lo dije anteriormente durante el desarrollo de este texto, nuestro enfoque será el aporte de Marx para comprender o intentar entender el objetivo aquí planteado.

Durante el desarrollo de lo que Toffler llamó la segunda Ola, la industrialización tomo un papel fundamental, las fábricas y empresas de ese entonces, fueron grandes centros de aglomeración de obreros y asalariados, los cuales no eran remunerados equivalentemente a su tiempo de trabajo. Esta situación no es solo característica de aquella época, evidentemente en la actualidad permanece en las grandes, medianas y pequeñas empresas, o fábricas circunstancias de explotación inimaginables, que no salen en muchas ocasiones a la luz pública por temor a que los asalariados se conviertan en desempleados. Un término importante que los clásicos habían acuñado (Adam Smith, David Ricardo), pero el cual fue definido oficialmente por Karl Marx, es el de Plusvalía. Entendida básicamente y para este contexto, como el tiempo de trabajo no remunerado. Un obrero común, según Marx se gana el equivalente a tres horas de trabajo, entendiendo que su productividad es muy alta o máxima, y del excedente o plusvalía, se apropia el capitalista, empresario, explotador o como se quiera definir. Además esta Plusvalía o plusvalor se divide en dos:

Plusvalía Absoluta: cuando se extiende la jornada laboral. Cabe resaltar que actualmente en Colombia, las horas extra laborales legalmente se deben reconocer después de las 10:00 pm, en otras palabras para el sistema capitalista colombiano, el día dura hasta esta hora, y el tiempo adicional que se ha trabajado antes de la hora mencionada no existe, y no estamos hablando de “La Segunda Ola”, nos referimos a la actualidad de un país tercer mundista.
Por otro lado Marx, menciona la llamada Plusvalía Relativa, se puede entender como la reducción del tiempo de trabajo necesario, para la producción de una mercancía, y el excedente sigue siendo apropiado por el empresario capitalista, es decir que el salario remunerado al obrero, ya no será equivalente a tres horas sino a dos.

Precisamente el título dado al texto nos lleva a reflexionar acerca de esta situación, un obrero o asalariado, en Colombia gana el salario mínimo, el cual no alcanza a suplir las necesidades básicas de subsistencia; dicho de otro modo, por más que ahorre un trabajador, nunca podría llegar a ser millonario, para serlo este debe convertirse en un capitalista que explote a otros. Si la lógica del capitalismo es la maximización de ganancias, no hay que analizar mucho para darse cuenta que se obtiene dicha maximización disminuyendo los costos de producción, y esto implica en casi todas las situaciones que el empleado trabaje mucho más tiempo, por el mismo salario; (Plusvalía Absoluta), y el absoluto beneficiado va a ser el empresario. En Colombia dicho salario mínimo, alcanza a solventar los productos básicos de la canasta familiar (Definida por el DANE), arrendamiento, servicios, etc. Siendo nula la posibilidad de ahorrar, y sabiendo que el endeudamiento es la única forma de adquirir nuevos bienes y/o servicios.

Esta es la cruda realidad de un obrero en Colombia, nada comparable con el capitalismo de países como Holanda, donde actualmente se trabajan seis horas diarias seguidas, y la población es más feliz, ya que aumenta su productividad al máximo, pero de esa misma manera el tiempo excedente es para su propio beneficio.

Para concluir no queda más, afirmar y responder el cuestionamiento inicial. En una sociedad capitalista como Colombia, un asalariado de clase  baja, no vive, sobrevive y  subsiste con la remuneración asignada, y en muchas ocasiones el mismo trabador explotado agradece al capitalista por explotarlo, sin tomar una conciencia clara de que no está trabajando para vivir, está viviendo para trabajar, su vida se está desvaneciendo rápidamente en un vaivén de posibilidades limitadas para seguir viviendo a la merced de otro.

BIBLIOGRAFÌA.

·         Prólogo de Marx a la Primera edición. Marx, Karl. El Capital. Tomo 1. Fondo de cultura Económica. Edición en Español de 1959. Reimpresión de 1995

·          Marx, Karl, El Capital Tomo III, Capítulo XV. Fondo de Cultura Económica. Edición en Español de 1959. Reimpresión de 1974, p.p. 251-252

·          Toffler, Alvin, “La Tercera Ola”, Plaza & Janes Editores, 1980, Bogotá, Colombia.