lunes, 30 de noviembre de 2020

Industrialización de la ropa ¿Un verdadero beneficio?


Isabel Aguirre Medina

La ropa nació como una necesidad del ser humano para protegerse de su alrededor y poco a poco esta fue tomando un papel más relevante, pasó de ser solo un instrumento de abrigo a un elemento de suma importancia, no solo enfocada en lo práctico sino en lo estético, y se volvió un factor fundamental de nuestra vida diaria. Sin embargo, tras la industrialización de la moda, esta se convirtió en un gran problema para el medio ambiente, ocupando el segundo puesto en contaminación ambiental, solo por debajo de la industria petrolera. 

A partir de la revolución industrial, el mundo de la moda creció de una forma inimaginable. Antes de ella, las personas vivían con contados conjuntos de ropa pues eran de tan buena calidad que no se necesitaba de más. Además, esta era fabricada a mano por artesanos de la época, junto con las telas hechas en telar. Pero en el siglo XVIII en gran bretaña, hubo un gran aumento demográfico y para suplir las necesidades de la población, entre otras causas, se da inicio a la primera revolución industrial en 1760. Los avances en la medicina, las mejoras en la higiene y el gran aumento en la producción de alimentos generaron que las tasas de mortalidad se redujeran y que las de natalidad aumentaran. De esta forma, en menos de un siglo hubo un aumento de más o menos el 50% de la población europea, por lo que la producción de ropa en grandes cantidades fue una necesidad, pero esto a su vez se vio reflejado en una gran bomba de contaminación ambiental.

En la revolución industrial se sustituye el sistema doméstico textil por las fábricas y maquinarias para la producción en masa, empiezan a usarse telares mecánicos movidos por máquinas a vapor, las cuales a pesar de trabajar principalmente con agua, generaban un alto grado de contaminación pues requerían ser calentadas quemando carbón, el cual genera emisiones de dioxido y monoxido de carbono durante dicho proceso, y esto no se quedó en el pasado; actualmente esta industria produce el 10% de las emisiones de carbono a nivel mundial, la sustancia que más contribuyen al efecto invernadero.

A partir de la revolución industrial, la industria textil no paró de crecer, y asimismo, de contaminar, se estima que hoy en día el 20% de las aguas residuales son debido a esta industria, pues en el proceso de teñir la tela se usan grandes cantidades de colorantes químicos, en su mayoría tóxicos. No solo esto, cada año se utiliza en el proceso de teñido alrededor de 8 mil millones de litros de agua.

sería como llenar más de dos millones de piscinas olímpicas cada año con agua dulce, y luego no permitir que nadie nade en ellas.” - revista Vogue.

Así que mientras que más de 3,5 millones de personas mueren de sed anualmente, se estima que para la producción de un par de jeans se gasta entre 10 y 17 mil litros de agua, aún más de lo que un humano bebería en 10 años. 

Pero en la creación de una prenda no se gasta agua solo en el proceso de teñido, una gran cantidad de ella se ve representada en el cultivo de algodón. Este material presente en gran parte de la ropa, se ha llevado el puesto del cultivo más contaminante por sus exigentes cuidados, pues a parte de la gran cantidad de agua que necesitan, requieren del uso de fuertes pesticidas dañinos para el entorno. 

Otro de los materiales más usados en la industria textil es el poliéster, una resina plástica que procede del petróleo y no es biodegradable, por lo que una prenda de este material puede tardar más de 200 años en descomponerse. Este no es solo dañino para el medio ambiente por que usa más de 70 millones de barriles de petróleo en su producción anual, también porque estudios han demostrado que al lavar las prendas de este material se sueltan miles de microfibras de plástico que terminan contaminando los mares y ríos. Y si a esto le sumamos los 50 litros de agua que suele gastar una lavadora por lavada, tenemos que el grado de contaminación y gasto de fuentes hídricas es enorme, lo que genera graves consecuencias a corto y largo plazo.

Tenemos también que la mayoría de las prendas usan más de un material en su fabricación, una de las mezclas más comunes es la de poliéster y algodón, ya que la producción de este ultimo es mas costoso, se mezclan las fibras con poliéster, creando telas más económicas y con propiedades diferentes que pueden ser más prácticas para el uso. Sin embargo, esto es un inconveniente al momento de reciclarlas tras el fin de su vida útil, pues cada material requiere ser procesado de una forma diferente, así que estas prendas son más costosas y complicadas en ese sentido.

Otra de las consecuencias de la industrialización textil es la moda rápida o fast fashion, en la cual no importa la calidad sino la cantidad y siempre se busca generar más ganancias sin importar el costo. Las industrias textiles se dieron cuenta que para ellos era mejor vender cosas de mala calidad, pues los costos de producción son menores y se obliga a las personas a desechar más pronto la ropa, por lo tanto a comprar más. Esto ha tenido un fuerte impacto medioambiental ya que se desechan 300 mil toneladas de prendas anualmente y hoy en día se produce un 400% más de ropa que hace 20 años. 

Se ha generado una mentalidad consumista en la que no importa cuanto se tenga, siempre se quiere más, esto va muy ligado al concepto de moda, el cual juega un papel tan importante en la vida de las personas, que la búsqueda de “estar a la moda” sobrepasa cualquier cosa, y así vemos que al llegar una nueva tendencia la mayoría corren a comprarla con la excusa de que la necesitan a pesar de que sea algo completamente innecesario, sin pensar que ya tiene más ropa de la que usan y que probablemente eso pasara al olvido tras un par de puestas, pero así es naturaleza de la moda, es pasajera, y lo que hoy es tendencia probablemente en un año va a ser cosa completamente del pasado y solo se sumará a las toneladas basura. 

Es de vital importancia consumir ropa de forma responsable, pensar bien antes de realizar cualquier compra y mirar a futuro, comprar prendas de calidad que duren y que no pasen de moda en un par de meses. Una alternativa actual que ha tomado mucha fuerza son las tiendas de segunda mano, de esta forma se evita llevar más prendas a la pila de basura y comprar una nueva. Es necesario dejar atrás la moda rápida, pues aunque salga más económica, los costos ambientales que deja no tienen comparación.

















Referencias

Revolución industrial. Crecimiento demográfico

https://sites.google.com/site/indusriraultza/2-2-1-crecimiento-demografico#:~:text=La%20Revoluci%C3%B3n%20Industrial%20provoc%C3%B3%20un,un%20impulso%20al%20crecimiento%20econ%C3%B3mico.&text=En%20el%20resto%20de%20Europa,y%20finales%20del%20siglo%20XVIII.


La contaminación de la industria textil

https://contrainformacion.es/la-contaminacion-de-la-industria-textil/#:~:text=La%20industria%20textil%20es%20la,los%20barcos%20de%20carga%20combinados


Algodón: el cultivo más contaminante del mundo 

https://www.portalfruticola.com/noticias/2018/07/27/algodon-el-cultivo-mas-contaminante-del-mundo-9-razones-para-usar-algodon-organico/#:~:text=El%20algod%C3%B3n%20se%20gan%C3%B3%20el,pesticidas%20desarrollados%20por%20el%20hombre.&text=Tambi%C3%A9n%20contaminan%20los%20productos%20de,toallas%20y%20otros%20productos%20textiles.




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