lunes, 30 de noviembre de 2020

La muerte de Dios

Adriana Isabella Vanegas Paz.


“La verdad os hará libres” Juan 8:31-38

Uno de los conceptos más importantes que estudia el autor Yuval Harari en el libro “21 lecciones para el siglo XXI”, es el de la religión. Las ideologías religiosas comenzaron en la prehistoria, con nuestros antepasados, los cuales argüían el éxito de sus cosechas, la lluvia y el fuego, a los dioses del sol y la luna. Lo anterior, podemos verlo ejemplificado en la cultura inca, con el dios inti y la mamaquilla. Si bien esas fueron unas de las primeras formas de religión, inevitablemente fueron evolucionando con el tiempo, y ahora tenemos múltiples dioses y religiones que rigen distintas culturas, como; Ganesha en la cultura hindú, jesucristo en la religión católica, o Allah en la religión musulmana. Lo más interesante, es que a pesar de que sean tan diversas, todas confluyen en un mismo objetivo; manipular a la población, para convertirse en aquello a lo que Marx se refiere como; “la religión es el opio del pueblo”. Sin embargo, esta evolución dentro de las variadas ideologías religiosas, han ido más allá, y le han brindado a la sociedad más problemas que soluciones. ¿para qué sirve la religión entonces?, ¿Qué consecuencias ha traído?

Si tenemos en cuenta los lineamientos planteados por Nicolas Maquiavelo, donde establece que el hombre es malo por naturaleza, podríamos decir que la religión es un tipo de salvación. Ya que como seres humanos, hemos nacido corrompidos y necesitamos un tipo de restauración. Lo que nos reconforta de esta situación, en este caso, es Dios, porque de alguna manera queremos sentir que existe alguien que vela por nosotros, y nos escucha. Ese es el verdadero fin de la religión. El hombre crea a Dios para poder calmar la soledad agobiante. Lastimosamente, esta creación ha traído una serie de problemas bastante visibles dentro de la sociedad, como por ejemplo; la prohibición y la satanización del aborto y la eutanasia, los múltiples abusos sexuales perpetuados por sacerdotes hacía menores de edad, la minorización y fiscalización del placer sexual en la mujer.

En primera instancia, es fundamental hablar sobre la quema de brujas, porque fue una de las primeras injusticias patrocinadas por la iglesia. Fue un hecho barbárico, perpetrado durante la época medieval. Dentro de este periodo, según la revista National Geographic, llegaron a morir cerca de nueve millones de personas, bajo el concepto de herejía y brujería. La creencia popular, era que aquellos, nacían con un don y poseían el poder de aniquilar animales y seres humanos con el hecho de tocarlos. Por esta razón, la iglesia los perseguía y los quemaba en las hogueras, o por otro lado, los torturaba.

Uno de los dos inquisidores alemanes, con el fin de justificar su modo de proceder, publicó un manual de persecución de brujas, e imprimió en él la bula, de este modo quedaba la impresión de que toda la obra estaba aprobada por el Papa. (Henningsen, 2014, 7)

El historiador Gustav Henningsen explica en uno de sus escritos, que una de las persecuciones más violentas dentro de este periodo, se dió en Alemania. Donde murieron alrededor de 220 personas, por ser consideradas herejes o practicantes de las artes oscuras. Este es apenas uno de los primeros esbozos de muertes e injusticias perpetrados en nombre de Dios.

Por otro lado, uno de los temas más controversiales, en los que la religión catolica ha metido sus narices, es el tema del aborto y la eutanasia. Las personas, por derecho, pueden tomar decisiones sobre sus propios cuerpos. Sin embargo, el debate sobre el aborto y la eutanasia ha sido un tema interminable, al menos en Colombia. Uno de los argumentos más fuertes para ambos casos, es el que establece que solo Dios puede quitar la vida, pues es que la da. “confirmo que la eutanasia es una grave violación a la ley de dios, en cuanto a la eliminación deliberada y moralmente inaceptable, de una persona humana.” (Correa Casanova, 2005) Es lo que estableció el papa Juan Pablo segundo, respecto al tema de la eutanasia. Desde otra perspectiva, el aborto es fiscalizado por la iglesia, y por el estado colombiano, que lastimosamente se proclama laico. El argumento fuerza para penalizar el aborto, es que es una pena de muerte hacia los inocentes. Sin embargo, esa no es la cuestión, debería ser libre albedrío de cada persona decidir qué hacer con su cuerpo. La prohibición de estas cuestiones sólo demuestra un atraso dentro de la mentalidad de aquellos que lo ven como algo negativo.

Luego tenemos la fiscalización y minimización de la mujer, y su placer sexual. Dentro de la biblia existen muchos pasajes que dan a entender que la mujer fue creada en función del hombre. Un ejemplo de esto está en génesis, cuando Dios establece que Eva nace de su costilla. El problema es que ese pasaje, solo es la punta del iceberg, porque en realidad los textos bíblicos católicos, destilan una denigración bastante evidente en contra de las mujeres. “cuando una mujer tenga su periodo normal de menstruación, será considerada impura durante siete días.”Levítico 15;19. Es sorprendente cómo puede llevarse un simple escrito, a la realidad. Muchas veces cuando las niñas tienen sus primeros sangrados menstruales, la cultura con la que sus abuelas y madres se criaron, las lleva a esconder aquello que para nosotras es normal, y nos educan bajo un régimen que establece que tenemos que esconderlo, porque es algo sucio y que está mal, cuando en realidad es algo normal.

Creer en Dios no es algo malo, o erróneo. Todas las personas viven su fe de una manera distinta, algunos lo hacen conectando con las energías, otros mediante deidades y cualquiera de las dos opciones es correcta. El problema real subyace, cuando aquellas religiones e ideologías se llevan a un nivel de fanatismo muy alto. La mayoría del tiempo este fanatismo solo se desencadena en ignorancia, dando como resultado múltiples quiebres dentro de la sociedad. La mala interpretación de lo que es la religión ha conllevado a la muerte de Dios, pues es por esta razón que muchos de nosotros nos hemos alejado de aquellas doctrinas, que lejos de basarse en amor, se basan en odio y discriminación a aquello de lo que es diferente. La verdadera cuestión no subyace en Dios, porque finalmente él es lo que cada quien quiera que sea. ¿Realmente se le está dando una interpretación adecuada?, ¿efectivamente Dios es de fiar?

Bibliography

Correa Casanova, M. (2005). La eutanasia y el argumento moral de la iglesia en el debate público. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2160715.pdf

Harari, Y. N. (2018). 21 lecciones para el siglo XXI. Debate.

Henningsen, G. (2014). La inquisición y las brujas. University of California. file:///Users/adriana vanegas/Downloads/Dialnet-La Inquisición Las Brujas-5562701.pdf

National Geographic. (2013, Noviembre 29). La caza de brujas en europa. La sombra del demonio. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/caza-brujas-europa_7761/1























1 comentario:

  1. En contraste con tu texto, reafirmo el argumento de que algunas religiones se basan sobre lo que para ellos está encaminado bajo el régimen de lo "ideal", pero, muchas veces si no es en absoluto le niegan los derechos y aborrecen los pensamientos que no vayan de acuerdo a sus creencias o lo que para estas es inmoral; pero si la moral ha de basarse en imposiciones y lineamientos que atentan en contra de otras maneras de interpretación, se estaría cayendo en una hipocresía que promulgan e invalidan, cayendo en ambigüedades que desde el punto moral han de ser cuestionadas. Si para una deidad, independientemente de la religión adscrita, se haga necesario atentar contra las demás personas, o negar el derecho de pensar y actuar diferente se estaría atentando y negando el derecho a la libertad, libertad que por naturaleza se le debe otorgar a los individuos. en alusión al tema de la eutanasia, que por parte de la comunidad católica no es bien vista, considero que debe prevalecer el derecho a una muerte digna, el hecho de que una persona este pasando por precarias condiciones y que sus oportunidades de vida se vean reducidas, no veo mal en que se le otorgue la posibilidad de dejar de sufrir, pues no hay argumento que valide el dolor sobre una esperanza casi nula en los designios de "DIOS".

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