Constantemente hemos ido
viendo cambios a nivel social entre los
roles femeninos y el papel de la mujer en el transcurso de la historia de igual
manera no se le ha dado la importancia que a mi parecer tuvo, han estado
ausentes en muchos ámbitos de la ciencia y la cultura a lo largo de la historia, sin ser reconocidas y apareciendo escasamente.
En la obra de Toffler “La
tercera ola” la mujer en un principio siempre era vista como la persona
encargada de los oficios de la casa de cuidar sus hijos, mientras los hombres
se dedicaban al trabajo, en la primera ola a la caza y en la segunda a la la fábrica. Desde su nacimiento iban siendo
preparadas para las tareas de reproducción, cuidado de los hijos y labores domésticas,
en la segunda ola eran aisladas de la sociedad, pues eran consideradas
incapaces para desempeñar otras labores que no fueran de este tipo, aunque
habían excepciones como las mujeres que desempeñaban el cargo de secretaria en
la industria y las que no seguían estos prototipos para dedicarse a una
producción interdependiente, pero esta clase de mujeres eran acusadas de frías
y desfemenizadas por la sociedad.
La estructura social fue
cambiante aunque como lo vemos en la actualidad aún se ve la desigualdad que
hay entre hombres y mujeres, pero ya la mujer tiene muchos más derechos que no
eran vistos antes, se puede educar para llegar a ocupar cargos en el campo
laboral y político, sin ser criticada, tiene el poder de decidir cuantos hijos
quiere y puede tener autonomía sobre su vida, pero todo esto se ha dado
conforme a los esfuerzos de muchas de ellas que por siglos han ido trabajando
por conseguirlos buscando ser escuchadas, buscando hacer un hueco en un mundo
de hombres, estilos de vida que se han tratado de cambiar para llegar a lo que vemos hoy en día, pero falta mucho para algún día
llegar a ser una sociedad completamente igual entre hombres y mujeres.
LEIDY DAYANA REYES
NAVARRO
Buen día!
ResponderBorrarComparto contigo la conclusión que diste al final, las canciones, el trabajo, las bibliotecas, las fiestas, las reuniones, los deportes, los medios de comunicación, la política, y tantas cosas que complementan el sistema han sido hechas por y para los hombres y cambiar esto es algo muy difícil. Se dice que para el año 2058 los países potencias (algunos) llegarán a una igualdad de género total, completa...
Las mujeres tenemos que lidiar para estar guapa o sino, sufrir por reprobación social de conocidos y desconocidos; para trabajar demostrandonos y esforzándonos más o sino, menos sueldo, acoso laboral; para amar, y sacrificar todas esas cosas que según el patriarcado -no nos cuestan nada-, para seguir sujetas a las necesidades y deseos ajenos; porque eso es lo que esperan de nosotras. Finalmente, digo que aún no nos han dado paso a esta sociedad, aún somos invitadas o acompañantes, porque no podemos disfrutar totalmente esta equidad de género sin chistes machistas o sexistas, sin que nos digan "feminazis" y un sin fin de frases que me hacen dar cuenta que aún no hemos desmantelado esta sociedad.
Felicitaciones por tu texto, gracias
Isabella Muñoz Paz
Buena noches.
ResponderBorrarPersonalmente creo que el reconocimiento a una persona se debería dar por sus logros, por sus acciones, y no por su condición, siendo entonces indiferente que una persona sea mujer, hombre, niño, blanco, negro, amarillo o multicolor.
Pero por la misma vía, pienso que es necesario extender lo que tú, Leidy, y al parecer Isabella llaman 'lucha' y llevarlo hacia otros ámbitos; ¿Cuales?, pues los animales, ya que nos hemos estancado en una perorata sobre los derechos humanos, que discutimos mientras engullimos un asado, después de haber pateado a un perro o justo antes de ir a comprar tres kilogramos de carne. Entonces, pienso, muy personalmente, que la discusión no solo estaría radicada en si las mujeres son iguales a los hombres o los hombres son iguales a las mujeres, sino que se llevaría al terreno donde se discutiría si buena (sino es que todos) parte de los seres vivos deberían gozar de similares derechos. Y es ahí, donde creo, está la verdadera meta,no solo en las discusiones egocéntricas de hombres riñendo a favor del machismo y mujeres disputando a favor del feminismo.
Felicitaciones por tu texto.
Cordialmente. Jorge Rivadeneira.