martes, 19 de abril de 2016

El plan. Hagamos a los niños productivos, dijeron ellos…


Antes del nacimiento de la factoría, la familia trabajaba como unidad, es decir, todos aportaban para lograr la producción (niños, padres, abuelos, etc.), pero, al nacer la fábrica, la familia traslada la producción del campo hacia estas, fracturando así el trabajo en unidad; los padres deben ir a realizar labores industriales a las fábricas y los niños… ¿qué sucede con los niños?, pues bien, para que esto sea posible debe de haber unas instituciones de apoyo, en el caso de los niños las escuelas. Pero no basta únicamente tener donde dejarlos, sino que también los comienzan a introducir en el mundo del trabajo; enseñándoles desde pequeños y formándolos para cuando llegue el momento en el cual deberán laborar. En el caso de los ancianos, sucede algo similar, nacen los asilos como institución de apoyo. No obstante, en esta no se les educa, sino que los cuidan y les satisfacen sus necesidades meramente básicas, pues como estos ya no poseen la fuerza suficiente para trabajar, serán inútiles para la producción.
La escuela nace como una institución consecuente de las necesidades de la sociedad y con la intención de que todo el mundo debe de acudir de forma obligatoria, siendo un aparato para educar a los ciudadanos y para que así adapten el modelo colectivo (industrialización). Sin embargo, no basta solo con habernos sometido de por vida y obligado a asistir a una escuela, sino que también nos venden la idea y nos dicen –“es que, si usted no estudia, no va a ser alguien en la vida”, o, “¿y es que usted qué hace por su vida, no está estudiando?”, por otro lado, también sucede al momento de escoger una carrera universitaria y aquí no pasa mucho tiempo para comenzar a escuchar las criticas –“¿y es que usted va a estudiar eso?, se va a morir de hambre”.
Hablemos ahora un poco de la teoría de la aguja hipodérmica, que básicamente se basa en cómo una sociedad ignorante es dominada por el estado a través de los medios de información, de acuerdo a esto, se puede decir que este ente elitista pretende mantener un ciclo en la masa ignorante, haciéndole entender que lo único que debe hacer es estudiar para obtener a un futuro ciertos ingresos que le “permitirán realizarse como persona”, pero realmente de qué sirven estos estudios (educación básica y superior),  si posteriormente en el momento de pertenecer al sector productivo la mayoría de personas serán simples trabajadores que pueden ser cambiados fácilmente y lo único que importará será su mano de obra.
Y es que nos preparan sincronizando el tiempo, uniformizándonos, estableciendo normas que, al no cumplirlas seremos sancionados o castigados, nos enseñan a ser sumisos para aceptar y permanecer en una zona de confort, aprovechando al máximo las generaciones para hacerlas “productivas”.
Entonces, ¿Vamos a estudiar para ser alguien en la vida ó ser un buen sumiso?
Alexza Jhovana Correa Ararat.


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