Antes del nacimiento de la factoría, la familia
trabajaba como unidad, es decir, todos aportaban para lograr la producción
(niños, padres, abuelos, etc.), pero, al nacer la fábrica, la familia traslada
la producción del campo hacia estas, fracturando así el trabajo en unidad; los
padres deben ir a realizar labores industriales a las fábricas y los niños…
¿qué sucede con los niños?, pues bien, para que esto sea posible debe de haber
unas instituciones de apoyo, en el caso de los niños las escuelas. Pero no
basta únicamente tener donde dejarlos, sino que también los comienzan a introducir
en el mundo del trabajo; enseñándoles desde pequeños y formándolos para cuando
llegue el momento en el cual deberán laborar. En el caso de los ancianos,
sucede algo similar, nacen los asilos como institución de apoyo. No obstante,
en esta no se les educa, sino que los cuidan y les satisfacen sus necesidades
meramente básicas, pues como estos ya no poseen la fuerza suficiente para trabajar,
serán inútiles para la producción.
La escuela nace como una institución
consecuente de las necesidades de la sociedad y con la intención de que todo el
mundo debe de acudir de forma obligatoria, siendo un aparato para educar a los
ciudadanos y para que así adapten el modelo colectivo (industrialización). Sin embargo, no basta solo con
habernos sometido de por vida y obligado a asistir a una escuela, sino que
también nos venden la idea y nos dicen –“es que, si usted no estudia, no va a
ser alguien en la vida”, o, “¿y es que usted qué hace por su vida, no está
estudiando?”, por otro lado, también sucede al momento de escoger una carrera universitaria
y aquí no pasa mucho tiempo para comenzar a escuchar las criticas –“¿y es que
usted va a estudiar eso?, se va a morir de hambre”.
Hablemos
ahora un poco de la teoría de la aguja hipodérmica, que básicamente se basa en
cómo una sociedad ignorante es dominada por el estado a través de los medios de
información, de acuerdo a esto, se puede decir que este ente elitista pretende
mantener un ciclo en la masa ignorante, haciéndole entender que lo único que
debe hacer es estudiar para obtener a un futuro ciertos ingresos que le “permitirán
realizarse como persona”, pero realmente de qué sirven estos estudios
(educación básica y superior), si
posteriormente en el momento de pertenecer al sector productivo la mayoría de
personas serán simples trabajadores que pueden ser cambiados fácilmente y lo
único que importará será su mano de obra.
Y
es que nos preparan sincronizando el tiempo, uniformizándonos, estableciendo normas
que, al no cumplirlas seremos sancionados o castigados, nos enseñan a ser
sumisos para aceptar y permanecer en una zona de confort, aprovechando al
máximo las generaciones para hacerlas “productivas”.
Entonces,
¿Vamos a estudiar para ser alguien en la vida ó ser un buen sumiso?
Alexza
Jhovana Correa Ararat.
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