¿Dios Patrón ó símbolo?

O h camino, oh piedad, oh santísima creación de satisfacción.

Cuando podremos verte como existencia misma;  tierra de tierra, alma de alma…

¿Serás la causa de tu amor y nuestro desamor?..

Spinoza decía  que Dios no existe sino que es existencia, yo digo que ello es cierto; sin embargo la existencia en sí misma no la entendemos sino bajo un concepto ya conocido socialmente, por lo cual Dios no es sino existencia socialmente establecida.

Ya sea visto como muleta o evolución Dios es en sí un satisfactor de necesidades, es decir nos lleva a la síntesis de la búsqueda humana en función de la definición, esto significa que como seres humanos creemos excluirnos de la animalidad lo que hará decir que en si no pertenecemos a una categoría especifica de la realidad, comenzando una búsqueda de homogenización y teoría.

La virtud del ser humano no se haya en la creación de mundos paralelos, sino en la oportunidad de visibilización de estos, lo que significara que somos capaces de hacer mucho más trascendental nuestra existencia a partir de distintas creaciones imaginarias, que a su vez tienen cierta lógica hacia su desarrollo coherente en una nueva y posible sociedad que tratara de explicar porque no nos adaptamos a la realidad.

Dentro de las sociedades la vida y su estilo han empezado a ser un patrón social de clases y economía; por lo cual en estas las ideas de simplificación como Dios han empezado a ser sumamente importantes ya que primeramente nos permiten ver la realidad desde una visión más optimista que elimina a conciencia y lacritica, y a su vez da a la economía una oportunidad de condicionamiento ideológico y político que genera dependencia hacia los dueños de los medios de producción, y asimismo una visión de si mismo instrumentalista en función del mercado (que sin embargo creemos que es en nuestro favor). – Ya no valemos sino como función de un parámetro social de beneficio futuro en un ultramundo (Dios) según el cual se premian nuestras conductas faltas de todo lo que la sociedad considera negativo, y se castigan las otras. Sin embargo no aceptamos que el bien por ejemplo es un producto del mal y viceversa, lo que genera grandes problemas en nuestra visión realista de vida y ya no somos capaces de amar con sinceridad nuestra vida y nuestra construcción humana. O como diría Nietzsche nos hacemos tan repugnantes (en el concepto de identidad nuestra) que no somos ni siquera capaces de repugnarnos a nosotros mismos. Y es en ese momento cuando por ejemplo los fines del mercado nos subyugan bajo su concepto de salvación y enseñanza, estableciendo a partir de visiones de competencia y acumulación del capital nuestra jerarquía humana.

La economía entonces empieza a utilizar a Dios como un poder simbólico que acompaña a los exitosos(los capitalistas), expiando así los abusos laborales y la instrumentalización de la naturaleza como un simple factor de producción. En pocas palabras ya no le es necesario al mercado una sublimización de la publicidad, sino que bajo los conceptos religiosos han subyugado al ser humano para que se autoregule y ofrende a lo que su construcción de bienestar ve como necesario (consumismo, que en realidad no es necesario).

Entonces si explicamos la economía desde una construcción social, también debería de inmiscuir sin lugar a dudas la teoría económica a las construcciones simbólicas sociales como Dios que en realidad han sido poco estudiadas en su connotación con la producción las relaciones productivas, el concepto de bienestar e incluso la oferta y la demanda.

Dios ha significado entonces ha significado una construcción abstracta de la construcción microeconómica ya que ha establecido patrones de conducta y de ideología; por lo cual a pesar de la libertad vista aparentemente hoy en nuestras sociedades somos más esclavos que nunca ya que necesitamos ser sometidos bajo fuerza de presión, sino que aquello ya lo hacemos nosotros debido a experiencias inconscientes vividas ya no somos lo suficientemente justos y veraces como para criticar ferozmente lo que amamos, lo cual ha generado la mediocridad y la conformidad generalizadas.

Cada vez más los mitos superan la realidad y es cuando somos un producto de la ignorancia colectiva.

No, no. - vivamos como humano, demasiado humano…   

Emanuel Alexander Espinel Rojas