LUCHA POR TERRITORIOS

LUISA FERNANDA PAREDES BUSTAMANTE

La comunidad primitiva se caracterizaba por ser recolectores, cazadores y pescadores, esto los llevaba a estar en continua búsqueda de sus alimentos e implicaba que sus tribus fueran nómadas y de esa manera poder sobrevivir. Las condiciones a las que tenían que enfrentarse no eran nada fáciles, ya que, al ser nómadas se veían obligados a adaptarse a distintos climas, el asecho de  animales salvajes, las posibilidades que les brindaba el medio en el que se encontraban y la limitación en sus instrumentos o herramientas de trabajo hacían que su subsistencia fuera complicada, para lo que fue importante entonces la cooperación mutua, dejando al descubierto que el ser humano tiene la necesidad de ser un ser social, dado que a comparación con otras especies resultaría ser la más débil.

Con el desarrollo de la agricultura y la ganadería, en las comunidades primitivas nació la necesidad de asentarse, y con ello surge la propiedad privada, por lo cual, en el transcurso del tiempo la lucha por conquistar territorios fue el objetivo principal para las sociedades que iban creciendo, porque no solo representaba riqueza y productividad sino también poder.

En este sentido, fueron muchas las batallas y guerras que se libraron a través de la historia a consecuencia de la concepción de la propiedad privada, pues la tierra resulta ser un factor productivo, y no solo un medio para  la subsistencia, sino también para crear riqueza. Algunas guerras serán por ideas religiosas como el conflicto entre Israel y Palestina, otras batallas serán por herencias ancestrales como el de las comunidades indígenas en América Latina, entre muchas otras. Pero no tendríamos que ir muy lejos en el tiempo o en el espacio para visualizar que hoy se libran batallas legales por el territorio como lo es el conflicto entre Colombia y Nicaragua en el mar caribe y la soberanía en el archipiélago de San Andrés, donde los nicaragüenses reclaman sus derechos sobre ellas, y donde esta batalla ha salido victoriosa para ellos.

Esta noticia ha sido un gran golpe tanto para el estado Colombiano como para la población, pues el sentido de pertenencia recae sobre todos nosotros y sin lugar a duda genera rechazo e inconformidad, como si de alguna manera nos estuvieran atacando en nuestra persona. Todo esto conlleva a que se tomaran decisiones drásticas, que han sido fuertemente criticadas por las consecuencias que se podrían desatar respecto a la credibilidad y confianza en la población colombiana y sus relaciones internacionales.

¿Y es que quien no quiere un pedacito de Colombia?... porque esta tierra tan hermosa no solo es atractiva por ser un punto estratégico, sino que es rica por su suelo: dos océanos, tres cordilleras, fuentes de agua en distinta presentación (ríos, lagos, humedales, etc.), climas para todos los gustos, ecosistemas, minerales, biodiversidad como en ningún otro lugar; y ni hablar de su gente y sus costumbres, ya sean costeñas, paisas, patojas, vallunas… no acabaría de describir  todo el potencial existente en mi Colombia. Sin embargo, todavía hace falta sentido de pertenencia y responsabilidad de parte de cada uno de los ciudadanos, respeto entre nosotros y un fuerte compromiso con los demás, y sin mas PROTEGER LO NUESTRO.