lunes, 21 de marzo de 2016

La dependencia de la ciencia


Es interesante ver como la ciencia nos ha catapultado hasta el estandarte actual y que parece la Diosa que gobierna a cada individuo, aprovisionándolo de artilugios tecnológicos para hacer la vida más amena. Pero la ciencia en sí misma no tiene valor, además por no ser un ente autónomo libre de emprender su camino independiente y forjarse a sí misma.
 La ciencia como instrumento de dominación y estrategia de imperio, muestra la historia, es magnífica.  Los avances del imperio británico no hubieran sido posibles sin los avances científicos: los descubrimientos que hizo la medicina, encadenado con el estudio riguroso de los botánicos en la flora exótica permite conocer contribuye a mejorar condiciones de vida de sus combatientes y así poder tener ventaja sobre sus contendientes; la exhumación de culturas que hizo la antropología permito legitimar la dominación en base al conocimiento amplio de culturas ancestrales, que incluso los residentes desconocían; la creación y el fortalecimiento de la estructura crediticia en base a la “confianza en el futuro” implementado por los economistas de la época; la construcción de máquinas como parte del andamiaje bélico por parte de la industria militar, entre otras disciplinas que ayudaron consolidaron el poderío imperial.
Pero el meollo que quiero traer a colación es la dependencia de la ciencia a los sistemas de gobierno, resaltar que la ciencia es tan solo un utensilio de intereses más grandes donde la prioridad es el incremento  exponencial de los beneficios lucrativos. Es el títere de intereses económicos, religiosos y políticos.  Eso me hace pensar en cuál ha sido el papel de los académicos de los anales del tiempo, pues al parecer siempre estuvieron a merced de los caprichos de los poderosos de su época. Es más: los académicos de hoy siguen en esa dinámica, al parecer porque no hay escapatoria. Los fondos de recursos para la investigación da prioridad a los proyectos que brinden una perspectiva de ser funcional y aplicable,  que dan como resultado nuevos artilugios tecnológicos o permitan lo optimación, mejoramiento o restauración de procesos ya existentes.
Un ejemplo claro lo propone Yuval Harari, en su texto “De animales a Dioses”. El plantea la propuesta de dos proyectos de investigación. Los dos proyectos requieren el mismo monto de dinero para ejecutarse, que es un millón de dólares. El profesor del primer proyecto “quiere estudiar una enfermedad que infecta las ubres de las vacas” causando “la reducción del 10 por ciento en su producción de leche”. La profesora del segundo proyecto “quiere estudiar si las vacas sufren mentalmente cuando se las separa de sus terneros”. Se asume que los recursos, para este caso hipotéticos, son limitados y tan solo es posible la financiación de uno. Pues bien, la decisión de cual proyecto financiar está respaldada por el organismo que tenga más influencia política y económica, en este caso el de la industria lechera, pues por considerar de prioridad el potencial comercial de la leche. Además da la forma de cómo podría reorientar el planteamiento del segundo proyectos a términos más interesantes para la industria lechera y sin perder la esencia del proyecto inicial “la depresión lleva a una reducción en la producción de leche. Si comprendiéramos el mundo mental de las vacas lecheras, podríamos desarrollar medicamentos psiquiátricos que mejoraran su talante, con lo que la producción de leche podría aumentar hasta el 10 por ciento. Calculo que hay un mercado de 250 millones de dólares anuales para los medicamentos psiquiátricos para bovino”
Ese caso hipotético es de la cotidianidad de las comunidades académicas que se dedican a la investigación. Tienen el dilema de filtrar sus deseos de investigación con base a las prioridades de los que controlan el poder político y económico.
  Ahora me invade la duda ¿los académicos tendrán en algún momento la autonomía suficiente para decidir sobre que investigar, sin la completa dependencia de los intereses políticos y económicos?



3 comentarios:

  1. La ciencia va de la mano con el progreso por lo que queda facil a traves de ella buscar intereses grandes y personales como mencionas

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  2. La ciencia va de la mano con el progreso por lo que queda facil a traves de ella buscar intereses grandes y personales como mencionas

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  3. La ciencia va de la mano con progreso bajo esta relacion se da en la mayoria de los casos la dependencia de esta con lo que pasa al rededor (social-economia-politica)

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