lunes, 21 de marzo de 2016

UNA JOYITA DE ECONOMIA

                                                                                                                        JHON CRISTIAN ORTEGA

En el risco de una concepción en el que el capital produce el cambio climático, entonces la mejor manera de evitar el cambio climático es eliminando el capital, dirían convencidos de ello,  los socialistas especialmente los del siglo XIX.
La economía produce una transformación en la atmosfera. Ya tan solo en 1972 se rumoraba con cierta certeza que no podía crecer tanto la economía como se estaba pensado, Corrientes ambientalistas habían presentado un informe de una comisión; integrada por científicos y economistas, en una conferencia en la década de los setenta. Se conto cuantas reservas de materias primas de recursos no renovables podía disponer el planeta, comparando  el uso de esas materias en una taza del crecimiento de la economía; producto interno bruto; sobre el  efecto que podría provocar hacia un futuro. Entonces ¿cuál sería la oferta disponible y cual la demanda a través del crecimiento económico? Dicha tesis llego a la conclusión que los recursos se acabarían. Una matemática simple ya indicaba que no podía crecer demasiado el capitalismo como estaba pensado. Generando desde esa época la estimulación de una conciencia global por el medio ambiente. Aquello solo eran especulaciones y leves advertencias ya que ni siquiera se hablaba en ese tiempo de un cambio climático. En la actualidad el tema gira de una manera mucha más seria y las matemáticas ahora son más complejas.
El exponencial crecimiento de producción de mercancías y el proceso económico acelerado produjo que cálculos como los de Svante Arrhenius se quedaran cortos, puesto que decía en 1896 que dentro de 750 años habría una  duplicación de la cantidad de CO2 equivalente en la atmosfera lo que generaría que la temperatura del planeta aumentara en  5 grados  centígrados. Con el sistemas capitalista y mas allá, neoliberalista, en el que estamos sumergidos, provocamos que 750 años de un posible aumento de temperatura se convirtieran en 150 años de verdadero comienzo de una crisis climática, aumentado la temperatura en  ya casi de dos grados centígrados.
Aun que existen evidencias que el  planeta a lo largo de su creación, naturalmente ha tendido un calentamiento global y unas grandes heladas globales, el cambio climático que hoy se manifiesta es antinatural, es antropogénico, es decir causado por la actividad del hombre de la cual ya ni siquiera se duda de ello, como lo hacían los escépticos en los noventas. Estamos ante una nueva realidad. Si lo produce el ser humano, no estamos simplemente ante una realidad geológica o científica, estamos también ante una realidad económica y política, que tiene que ver con el consumo y el poder y con la cultura con la que nos comportamos como humanidad.
Ha sido necesario  para el hombre moderno conocer los datos y estadísticas de un promedio sobre el impacto global que está causando su actividad y compartir estas en conferencias dando así a conocer documentos en los que afirma que las moléculas de dióxido de carbono desaparecen de la atmosfera en promedio temporales que llegan hasta dos siglos, debido a ello esto, conlleva a pensar, que las moléculas que ya están calentado en promedio el planeta en este momento, arrojadas por la economía mundial actual en la atmosfera, desaparecerán en uno o dos siglos.
Un cálculo simple sugiere que por cierta cantidad de CO2 lanzado anualmente, hace que cierta parte – llamados partes por millón - ciertas moléculas, queden en el aire, así que con cada emisión por año se acumularían con la cantidad de los años anteriores y posteriores. Haciendo de esta coyuntura, además de ser acumulativo, también irreversible, prácticamente un reloj contra la vida, segundos  los cuales no se pueden devolver.
“Apague  y vámonos”, apagar todo por dos siglos, una solución de espera biológica, pero no es más que una vaga utopía considerando la sociedad en que vivimos y  con la maquina económica andando, que mas mal que para bien estamos produciendo un paso, pero, un paso más cada día hacia nuestra muerte como especie.
Esta carga política y económica es mucho mayor que la se vivió en las primeras décadas del siglo XX de los proletariados en contra del patrón; muchas veces el opresor. La discrepancia entre un modelo económico y el cuidado del medio ambiente es de mayor tención. Visto dentro los cambios de hechos históricos sobre la economía, esta vez, es la lucha de la humanidad para poder  vivir.
Para amortiguar la realidad las naciones unidas realiza convenciones sobre el cambio climático. En cumbres ambientales nunca antes todos los presidentes del mundo se reunían en un mismo lugar, en una sola conferencia. Es porque algo está pasando. El mecanismo financiero para la adaptación no de cada nación, sino la de las cumbres internacionales, es decir en términos más globales, los hace el banco mundial. Evidenciado esto por las recientes reuniones de la tan llamada COP, la más reciente COP21, donde pretende encontrar una receta ideal económica que se pueda brindar a la humanidad para que el sistema financiero no se colapse y a su vez permita detener el cambio climático y  donde  además de reunirse los presidentes y delegados, también están presentes los grandes ejecutivos de las aseguradoras los cuales dicen un poco cínicamente que “el mercado” puede  adaptar una ciudad al cambio climático porque no le dará pólizas de seguro a las constructoras que querían construir en territorios de alto riesgo; dicho de otra manera, es una forma algo neoliberal de aborda el problema. Es decir ¿que el mismo mercado  (a través de la oferta y demanda, con libre competencia) puede detener los problemas ambientales? Algo irónico ya que fue el mercado quien produjo el cambio climático.
Para el banco mundial los países, según las cumbres, entregaran unos fondos para el cambio climático, pero ¿Como los proyectos que buscan  mitigar el cambio climático se van a financiar? Con un criterio poco alentador los grandes aseguradores responden que solamente se financiaran si  son rentables. Se debe mostrar que el crédito se puede pagar.
¿Como es posible que el criterio a seguir sea la de la tasa de interés y por tanto la rentabilidad del proyecto? – Que joyita de mercado -  entonces seria valido afirmar  que posiblemente habrá circunstancias y territorios donde el cambio climático demande proyectos que no son rentables y que por tanto al no ser rentables ¿determinarían la muerte o el éxodo?  De manera tal, se estaría indicando, que es el mismísimo mercado quien iría adaptando a la humanidad, produciendo éxodos y muertes porque allí no fue rentable el proyecto.
El calentamiento global no es más que el producto de una economía fósil de mercado y por ende intensa. Es bien sabido que el petróleo es el producto de animales que murieron hace muchos siglos, es decir, esta es una economía que vive de la muerte. Los uwas, pueblo precolombino, ya lo decían en su afinidad y sabiduría por la madre tierra “el petróleo es la sangre de la tierra”, por ello eran fieles opositores que rotundamente se negaban a   exploración petrolera del país.
Pese a ello esta economía fósil es nuestro sustento como economía actual, pues todo lo que consumimos aporta al cambio climático. Así que si queremos detener el reloj contra la vida misma debemos estar firmes y de acuerdos en romper un paradigma de pensamiento ya que estoy convencido que influye mayúsculamente la cultura de cada civilización. Un ejemplo muy breve seria  utilizar la moda - ya que muchos en el mundo la siguen – como excusa para proponer la idea global de como “moda” utilizar la ropa arrugada, imponer la estética del buen vestir usando la ropa sin planchar, así por ejemplo se dejaría de usar la plancha de varios hogares del mundo y se estaría horrando una buena cantidad de energía ya que este es uno de los electrodomésticos que más consume energía. Otro breve propuesta es dejar la construcción de urbanizaciones y estructuras arquitectónicas de una ciudad en torno al carro. Dejar a un lado la proliferación de la cultura del carro como vehículo indispensable, o al menos hasta que sea un hecho la utilización de un combustible diferente del petróleo. Desarrollo urbanísticos a  favor del ambiente se han dado y se pueden dar mas. Así como estas, también se puede obtener más cultura en diferentes campos del ahorro de recursos y de productos reciclables. El planteamiento de ¿Como escapar de la economía fósil que va matar la vida y sustituirla por una economía no fósil?, Aquello daría lugar para dotar de derechos a la naturaleza. Que nuestra acción no puede atentar contra la naturaleza, que nuestra economía no lo pueda hacer, es decir la creación de tribunales a favor de la naturaleza, es unir entonces los derechos humanos con los de la naturaleza, es eso aquello que hoy por hoy no existe como seguridad “vital” para la humanidad y el ecosistema. La humanidad deberá asumir la responsabilidad de la trasformación de las formas de producir y consumir en las sociedades modernas si queremos que esta viva.








1 comentario:

  1. Considerar la posibilidad de que en nuestro tiempo contemporáneo exista la esperanza de que en cada individuo verdaderamente esté como acto primordial la conservación de la especie por consiguiente de la naturaleza, es un poco difícil, como lo dices tú, una utopía prácticamente. Ciertamente llegamos a esté punto de crisis climática debido a ello, debido a que la “evolución” no ha traído consigo absolutamente todo lo positivo, sino que también nosotros mismos como especie humana simplemente nos hemos descontrolado, nos hemos dejado afectar y sobre todo influenciar por lo que quienes capitalizan el mundo imponen, hemos aceptado de una u otra forma el consumo excesivo y nos hemos hecho parte de él, protagonistas incluso, olvidándonos completamente de que los recursos naturales son quienes nos dan la posibilidad de vivir como vivimos, la naturaleza, es el centro, el núcleo, el origen de donde parte todo lo que poseemos, todo lo que hemos “evolucionado”. Está claro que sin el hombre y sin su inteligencia de pronto no habría sido posible contar con lo que contamos hoy en día, tecnología avanzada por ejemplo, pero ¿De que se dispone el hombre para lograr avanzar tecnológica y científicamente? La respuesta no la planteas tú con cifras, evidencias y datos que nos indican que el fondo de todo surge de los recursos cien por ciento naturales. Entonces el grave problema lo considero, es una pésima administración de ello, y estoy de acuerdo contigo, en reaccionar, unos ya dan por perdido cada suceso que ha pasado que simplemente queda la resignación, otros dispuestos a asumir con responsabilidad los cambios que hayan qué hacer para acércanos a la buena preservación de la naturaleza y valga la redundancia de nosotros como especie.
    Felicidades por tu texto.
    Cordialmente: Kelly Álvarez.

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