J. Inti Pinzón Monje
Es innegable la relevancia que tiene Bogotá en distintos aspectos de la
sociedad colombiana. Debido a varios factores a lo largo de la historia, en esta
ciudad capital se han concentrado (muchos dirían que excesivamente) el poder
político y la toma de decisiones administrativas de todo el país. Esto ha generado
cierto resentimiento histórico en las zonas más periféricas del país, que ven a la
gran urbe como un lugar lleno de ejecutivos donde se toman decisiones arbitrarias e
irrealizables sobre el manejo del país, mientras ignoran las particularidades de cada
región, a lo que se suman una gran cantidad de estereotipos y mitos sobre la
ciudad. En el presente texto se intentará dar un vistazo a qué es Bogotá, con todas
sus luces y sombras.
Según las cifras, “En Bogotá hay aproximadamente 8.034.649 habitantes,
solo en la zona metropolitana, con una densidad poblacional de 192.3
hab/ha”(Cámara de Comercio de Bogotá, 2024). Al ser una ciudad con tantas
personas (casi el doble que la población total de Panamá), todas las características
de una “ciudad” se ven magnificadas. El esplendor y la miseria conviven de maneras
estrambóticas. Uno de los barrios más peligrosos, la Perseverancia, donde según
dicho popular “se sube a pie y se baja en ambulancia” está al lado de la Macarena,
una zona de lujo donde intelectuales y profesores buscan conocimiento “alternativo”
como el budismo y el reiki para alimentar su estilo de vida hipster. En esos
contrastes radica la belleza de Bogotá. Se puede encontrar a celebridades
internacionales paseando por la Zona G mientras que a dos cuadras se está
cometiendo un asalto despiadado, perpetrado bajo los efectos de solventes
industriales. ¿Por qué pasa esto? Intentará explicarse desde el punto de vista de
alguien que apenas ha vivido 3 años en su ciudad natal, pero los ha aprovechado en
la medida de lo posible.
Es un hecho que de los millones de habitantes que tiene Bogotá, un gran
porcentaje es, inmigrante o descendiente de inmigrantes. Los hay por todo tipo de
motivos de lo más diversos: Pueden ser campesinos amenazados de muerte o
empresarios costeños buscando los lujos de una ciudad, pueden ser indígenas
expulsados de sus tierras o hippies europeos que quieren conocer la “vibra latina”, y
sobre todo, pueden ser personas desesperadas que buscan ganarse la vida, o
gente que simplemente quiere gastar en caprichos. Así se construye Bogotá. Con
los desplazados de la época de la Violencia se construyó Bosa como un refugio ante
la urbe, y los obreros recién contratados de la cervecería Bavaria, la más grande de
Colombia (fundada por un alemán) construyeron La Perseverancia y parte de San
José, barrios ubicados en zonas de geografía difícil, porque allí las tierras eran más
baratas.
Desde un punto de vista objetivo, en Bogotá se pueden encontrar actividades
económicas de todos los sectores posibles, y de todas las olas de las que habla
Toffler (1980). Encontramos collares hechos a mano con semillas naturales por
indígenas emberá desplazados, que venden sus mercancías al lado de un
Starbucks. Se puede encontrar tecnología de punta, digna de los mejores centros de
gaming de Europa, y puestos de campesinos de Facatativá donde vende arracacha
y papa criolla. La economía de Bogotá está extremadamente diversificada, al punto
que no pocos la comparan con un país pequeño, por el hecho de que básicamente
puedes encontrar lo que sea, sin importar su origen o legalidad. Existen negocios
turbios “normales” como la venta y fabricación de drogas ilícitas, y un amplio
catálogo de servicios de sicariato, pero también cosas un tanto más inusual, como
los mataderos ilegales (Gobernación de Bogotá, 2025) donde se sacrificaban hasta
caballos, para surtir los puestos de empanadas del centro. Bogotá es una
ciudad rara. Puede el visitante encontrar cosas hermosas y humanitarias, o
miseria absoluta. Desde el desmantelamiento del Bronx (Fundación Ideas para la
Paz, 2017), la problemática de los habitantes de calle se ha expandido, en todo el
sentido de la palabra. Antes estaban concentrados en el Bronx y la “L”, pero
después de la desarticulación de las principales bandas de la zona, los habitantes
de calle se fueron por toda la ciudad, y territorios antes libres de ellos, sobre todo en
el Norte, como el parque Virrey y San Cipriano, se vieron invadidos por ellos, con
incluso la instalación de chozas de basura, fenómeno antes desconocido por sus
residentes habituales.
En conclusión, Bogotá es un caso curioso. Se han dado suficientes ejemplos
para demostrar que es una ciudad con infinidad de contrastes y matices, en la que
básicamente cualquier cosa puede pasar. Es un reflejo muy puro de nuestra propia
Colombia, con todas sus bellezas y sus pecados. Puede que sigan los aumentos
excesivos de precios de vivienda, o el exceso de contaminación, o la lluvia ácida,
pero la ciudad no colapsará. Seguirá luchando y sobreviviendo hasta el final, y
ofreciendo cobijo y oportunidades a todo aquel con el coraje de adentrarse en sus
innumerables caminos.
Referencias
De Comercio de Bogotá, C. (s. f.). Cámara de Comercio de Bogotá.
https://www.ccb.org.co/informacion-especializada/observatorio/entorno-para-
los-negocios/desarrollo-urbano-y-regional/en-bogota-region-viven-mas-de-10-
millones-de-habitantes
Couto, H. R. (1981). Toffler, Alvin, the third wave. Revista de la Facultad de
Derecho de México, 1(119). https://revistas-
colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/rev-facultad-derecho-
mx/article/download/27392/24733
De Matadero Clandestino En Localidad Suba, J. P. R. (2025, 9 marzo).
Judicializados presuntos responsables de matadero clandestino en localidad
Suba. Bogota.gov.co. https://bogota.gov.co/mi-
ciudad/seguridad/judicializados-responsables-de-matadero-clandestino-en-
suba-bogota
Bogotá sin el Bronx: Expendios y habitantes de calle. (s. f.). FIP.
https://ideaspaz.org/publicaciones/investigaciones-analisis/2017-05/bogota-
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