martes, 19 de agosto de 2025

Popayán: una historia económica entre tradición y trasformación


Hablar de Popayán es hablar de memoria. A esta ciudad, conocida como la “Ciudad

Blanca”, se la suele recordar por su arquitectura colonial, su Semana Santa o su cocina

declarada patrimonio inmaterial por la UNESCO. Sin embargo, detrás de las

procesiones solemnes y de los patios coloniales, se esconde una historia económica

compleja que ha marcado el destino de sus habitantes. Popayán ha sido, a lo largo de

los siglos, un territorio en tensión entre la riqueza cultural y la fragilidad de sus

estructuras productivas.

Este texto tiene como propósito explorar esa historia económica: desde sus raíces

coloniales y agrícolas, hasta sus transformaciones recientes, con el fin de comprender

no solo el pasado, sino también los retos actuales que enfrenta la ciudad. Mi intención

es mostrar cómo las tradiciones productivas de Popayán, sus cambios históricos y los

desafíos presentes configuran un territorio que lucha por encontrar un equilibrio entre lo

que fue y lo que puede llegar a ser.

Orígenes de una economía marcada por la tradición

En la época colonial, Popayán era uno de los centros más importantes del suroccidente

colombiano. Su ubicación estratégica la convirtió en punto de paso entre Quito y

Cartagena, lo que facilitaba el comercio. La riqueza provenía, en gran parte, de la

minería del oro y de la plata, pero también de la agricultura en las haciendas que se

expandían alrededor de la ciudad. La caña de azúcar, el maíz, el café y la yuca no solo

eran productos de consumo, sino también motores de una economía local que dependía

del trabajo indígena y afrodescendiente.

Estas dinámicas productivas dieron forma a un modo de vida que todavía se percibe. La

gastronomía tradicional de Popayán, reconocida mundialmente, es un reflejo de esas

raíces: cada receta es un testimonio del campo, del intercambio cultural y de la manera

en que la economía se entretejía con la vida cotidiana. En este sentido, la economía de

Popayán no era solo números o transacciones: era cultura, identidad y arraigo.

Sin embargo, la historia económica de Popayán no estuvo exenta de dificultades. El

siglo XX trajo consigo una industrialización débil que nunca alcanzó a consolidarse. A

diferencia de otras ciudades colombianas que crecieron de la mano de la industria,

Popayán permaneció más anclada al comercio regional y a los servicios. La falta de

inversión sostenida y la concentración de tierras en pocas manos limitaron las

oportunidades de desarrollo.

A esto se sumaron otros factores. El conflicto armado en el Cauca golpeó con fuerza las

dinámicas productivas y generó desplazamientos de comunidades campesinas e

indígenas, lo cual debilitó aún más la economía rural. Al mismo tiempo, la llegada de

productos externos al mercado desplazó prácticas agrícolas ancestrales, creando una

dependencia que aún hoy se percibe. Sin embargo, en medio de esas rupturas,

Popayán encontró en el turismo cultural y religioso un camino de sostenimiento. Las

celebraciones de Semana Santa y el valor de su patrimonio arquitectónico la

convirtieron en un destino que atrae visitantes nacionales e internacionales. Este

tránsito de lo agrícola y artesanal a lo turístico refleja un cambio en el eje económico de

la ciudad, aunque no resuelve del todo las desigualdades históricas.

En la actualidad, la economía de Popayán se sostiene en tres pilares fundamentales: el

comercio, el turismo y la educación. Sus universidades, encabezadas por la Universidad

del Cauca, generan movimiento económico y atraen estudiantes de diversas regiones.

El comercio local mantiene su dinamismo, mientras que el turismo sigue creciendo

gracias a la proyección cultural y gastronómica. Pero los desafíos son evidentes. La

informalidad laboral es alta, la desigualdad persiste y la ciudad aún carece de una

industria fuerte que diversifique su economía. Frente a esto, emergen posibilidades: el

turismo sostenible, la economía creativa y el fortalecimiento de la producción agrícola

campesina aparecen como alternativas viables. Popayán podría, si se lo propone,

construir un modelo de desarrollo incluyente que combine tradición y modernidad,

memoria e innovación.

La historia económica en Popayán es una historia de contrastes. Por un lado, se alza la

riqueza de su pasado colonial, sus tradiciones agrícolas y su patrimonio cultural; por el

otro, se evidencian las fracturas de una economía que nunca logró consolidar un

crecimiento industrial sostenido. Hoy la ciudad enfrenta la paradoja de ser rica en

cultura, pero limitada en oportunidades.

No obstante, este panorama no es una condena, sino una invitación. Reconocer la

memoria económica de Popayán es el primer paso para proyectar un futuro distinto,

donde la sostenibilidad, la economía local y la innovación se conviertan en motores de

desarrollo. Popayán no debe ser solo un museo vivo del pasado, sino un territorio de

oportunidades donde tradición y transformación puedan caminar de la mano.

Referencias

 DANE. (2022). Informe económico del departamento del Cauca. Departamento

Administrativo Nacional de Estadística.

 UNESCO. (2005). La gastronomía de Popayán, patrimonio cultural inmaterial de la

humanidad.

 Universidad del Cauca. (2019). Historia económica y social del Cauca. Editorial

Unicauca.

 PNUD. (2020). Economía y desarrollo sostenible en el suroccidente colombiano.

Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

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